Sabiéndonos convocadxs por la Ruah, comenzamos danzando la canción de Ain Karem que tantas resonancias nos evoca y compartiendo la oración de la Revuelta de mujeres en la Iglesia. Mirella Gaboli, desde el Consejo de CVX, nos introdujo el espacio, invitándonos a participar como comunidad de manera activa y propositiva en la construcción del futuro de nuestra iglesia y en favor de la igualdad efectiva de hombres y mujeres también en la Iglesia desde el espíritu de comunión eclesial, de sinodalidad y de escucha de los signos de los tiempos.
Pepa nos compartió su recorrido y su experiencia como mujer creyente y nos fue aportando claves fundantes para ella y que pueden resonar en nuestra propia experiencia. A través de su amistad y compromiso con las mujeres más empobrecidas, descubre en las mujeres un lugar teológico, especialmente el de los cuerpos rotos de las mujeres víctimas de violencia. La espiritualidad es fuerza de empoderamiento, y en concreto la espiritualidad ignaciana nos da una libertad inmensa para ir más allá de los estrechos moldes de género que se asignan a las mujeres. Nos recordó que en la buena noticia del Evangelio que encarna Jesús es fundamental su relación con las mujeres y cómo Jesús invitó a las mujeres a ser compañeras de su misión (Lc. 8, 1-6). En memoria de Jesús no se puede discriminar a las mujeres.