Con ocasión del día de la Sagrada Familia, y a petición de su Director José Luis Saborido Curcsacha, SJ., Escribimos desde el equipo de Famlia de CVX-E ..un artículo para la revista Homilética (Edit Sal Terrae), que lleva 53 años siendo un completo recurso de ayuda pastoral para la celebración de la liturgia. Queremos compartir también con todos vosotros la mirada a las Sagradas Familias.
LAS SAGRADAS FAMILIAS
La Iglesia nos invita hoy
a celebrar el día de la Sagrada Familia.
La familia adquiere una
relevancia especial en el momento de crisis, de incertidumbre, de cambio
profundo en el que se encuentra nuestro mundo.
Las lecturas de hoy, nos
facilitan el marco de lo que debe ser la familia cristina, aquellos valores que
la definen. La misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la
comprensión, el perdón. La primera lectura del Eclesiástico, nos habla de
honrar a los otros miembros de la familia, como uno de los principios
fundamentales en los que basar las relaciones de la familia cristiana. Así
también, la Carta a los Colosenses, en la que Pablo nos dice que “nos
revistamos del amor” para vivir dentro de la familia. El Evangelio nos acerca y
nos recuerda a la familia de Jesús. Pone la mirada en cómo y cuánto es el AMOR en
el que vive la familia en la que creció.
Habla de un amor apasionado (142) enriquecido por
el gozo de los hijos (147-149), habla y se ensancha en los pilares en los que se
apoya y se sostiene ese amor sacramental del matrimonio (90): La Paciencia
(91-92), la actitud de servicio, (93-94), la amabilidad (99-100), el desprendimiento
(101-102), evitar la violencia interior (103-104), el perdón ( 105-108), el
alegrase con los demás ( 109-110), la disculpa (11-113), el amor que confía (114-115),
la espera (116-117).
Pero
en la compleja realidad que está viendo nuestro mundo actual, son muchas las
familias que no viven en las condiciones necesarias para que estos valores
puedan florecer. Se dan situaciones de ruptura, de violencia, de maltrato, de
escasez, de miedo y de enfermedad.
El Papa Francisco, también se acuerda de las
situaciones difíciles o imperfectas que se viven en las familias actualmente
(76-79), y de la violencia y la manipulación que se producen en no pocos
matrimonios. Y nos dice así: 79. «Frente a situaciones difíciles y familias heridas, siempre es
necesario recordar un principio general: “Los pastores, por amor a la verdad,
están obligados a discernir bien las situaciones” (Familiaris consortio, 84). El grado de
responsabilidad no es igual en todos los casos, y puede haber factores que
limitan la capacidad de decisión. Por lo tanto, al mismo tiempo que la doctrina
se expresa con claridad, hay que evitar los juicios que no toman en cuenta la
complejidad de las diversas situaciones, y hay que estar atentos al modo en que
las personas viven y sufren a causa de su condición»[79].
En esta realidad, que es la
de nuestro mundo, la Iglesia de hoy está llamada a ser madre acogedora no sólo de
la propuesta ideal de familia cristiana, que tiene puesta la mirada en la
familia que acogió, amó y ayudó a crecer a Jesús. La Iglesia de hoy, está también
llamada a cambiar la mirada, a mirar a cada familia como una Familia Sagrada.
El Papa Francisco en la Alegría del Amor, pide a la Iglesia unas herramientas y
unos pastores preparados para acoger a las familias rotas, a las nuevas viudas
de esta sociedad. Es misión, por tanto de la Iglesia que formamos entre todos,
acompañar desde el amor las distintas circunstancias y decisiones que se
producen dentro de las familias, con respeto, amor, acompañamiento, sin juicio.
Y
hoy, en el día que celebramos la festividad de la Sagrada Familia, iluminados
por el Espíritu y desde el AMOR del Padre, miremos a las otras familias, a
todas las familias, como espacio sagrado en el que está la mano de Dios, porque
todas y cada una de ellas están formadas por hijos suyos.
Icíar Bayarte Bastarrechea
ORACIÓN
UNIVERSAL
· Por una Iglesia acogedora, dispuesta y preparada para acompañar los
procesos de las distintas familias, viendo al Padre vivo y presente en el
corazón de todos. Roguemos al Señor.
· Por un mundo nuevo que apoye y proteja a la familia como lugar de vivencia
del amor, fuente de solidaridad, comprensión, y ayuda mutua que nos permita
vivir a los seres humanos como hermanos.
Roguemos al Señor.
· Por las familias que han visto rotassu proyecto de vida, para que se
sientan acogidas y acompañadas y encuentren las personas, los medios y la
fuerza para re-crear sus vidas. Roguemos al Señor.
·
Por los padres: que vivan y transmitan el amor
por la familia, el respeto por cada uno de sus miembros y sepan acompañar a sus
hijos en su crecimiento como personas buenas, solidarias y constructoras de un
mundo mejor. Roguemos al Señor.
· Por los hijos:
que encuentren en la familia el amor y el cuidado que necesitan y aprendan en
familia a vivir en la sociedad de la que forman parte y de la que son
corresponsables, agradeciendo todo aquello que les es dado y aquello que tienen
que aportar para el bien de todos. Roguemos al Señor.
·
Por una comunidad cristiana viva: en la que
compartamos la fe en familia con alegría y sepamos dar respuesta a las familias
en cada etapa de la vida.
Escucha, Padre nuestro, nuestra oración y concédenos la gracia de ser y de vivir como una familia universal