Vigilia de la Inmaculada en Valladolid

Una vez más se hizo presente el milagro del trabajo en equipo y de su fruto en la Vigilia de la Inmaculada que celebramos el pasado día 7 en la Iglesia de los jesuitas en Valladolid. Una de las riquezas de este rato de oración es que lo preparamos grupos bien distintos y con un sentir común también. El coro del Centro Loyola con canciones que ayudaban a sentir y profundizar más, los Grupos Fe y Desarrollo en la logística, y CVX que reflejó la oración y reflexión sobre el hacer y sentir de María en las realidades de nuestro mundo, especialmente en los migrantes.

A pesar de que muchas personas no iban a estar y vivir la celebración, pues son fechas complicadas, todas a las que se les pidió colaboración para organizarla dijeron que sí con mucha entrega y generosidad. Algunas eran veteranas en colaborar otros años y otras, como yo, principiantes. Me he sentido agradecida profundamente de este sentimiento de grupo, de comunidad, de ver como Dios va guiando y trabajando en silencio y coloca los dones de la mejor manera para que haya verdadero fruto. Disponiéndose, dejándose hacer se debilitan los miedos.

Me atrevo a decir que este sentimiento de agradecimiento es compartido por el resto del grupo.

El título elegido para la celebración fue “Mirando a través de María”. Quisimos profundizar  sobre diferentes aspectos y actitudes de María: María es la elegida, María fiel al proyecto de Dios, María comprometida, María acogedora y María madre. En cada uno de estos puntos encontrábamos un pequeño texto del evangelio, reflexión, diálogo con María y preguntas con tiempo para hacer silencio dentro y poder dar una respuesta según lo que cada uno viviera.

Esa noche rezabamos para que cada uno de nosotros fuésemos sensibles a esas miradas de Dios, al mundo, a María, a nosotros mismos, para que pudiésemos ser, un poco más, respuesta encarnada ante las injusticias.
Para terminar invitamos a tener un pequeño gesto sobre los lazos que nos unen a los otros: por un lado el lazo de las fortalezas, donde pedíamos para que siga creciendo aquello que ya tenemos en nosotros y hace crecer los lazos con los demás y por otro lado, el lazo de los deseos, para que ayude a nacer aquello que no tenemos y deseamos tener para unir lazos.

Mucha gente se acercó al altar a presentar a María sus lazos, fue muy bonito.

Para terminar,  comparto unas palabras del Papa Francisco con la que nuestro querido Gerardo Villar sj “Coordinador de la PA” despidió el encuentro y que resume esta vigilia:
“…Ayúdanos a estar siempre atentos a la voz del Señor:  
que no seamos sordos al grito de los pobres,
que el sufrimiento de los enfermos y de los oprimidos no nos encuentre distraídos,
que la soledad de los ancianos y la indefensión de los niños no nos dejen indiferentes,
que amemos y respetemos siempre la vida humana…”
Manuela de la Torre de Caso