El Papa Francisco a través de la Exhortación Apostólica
“Amoris laetitia” nos invita a “contemplar
a Cristo vivo y presente en tantas historias de amor” (AL 59) y ello bajo el lema “se trata de integrar a
todos”.Por ello, aceptamos esa invitación y proponemos rezar desde el amor
que Dios derrocha en tantas y tantas historias familiares.
Miramos con ternura, con la mirada amorosa de
Dios a hermanos nuestros en situación de especial dificultad, madres
adolescentes, niños sin padres, mujeres solas que llevan adelante la educación
de sus hijos, personas con discapacidad, jóvenes que luchan contra la adicción,
solteros, separados, viudos que sufren soledad, ancianos y enfermos… personas
que quizá vivan muy cerca de nosotros o incluso pertenezcan a nuestra propia
familia.
El camino de la Iglesia “es siempre el camino
de Jesús, el de la misericordia y el de la integración (…) El camino de la
Iglesia es el de no condenar a nadie para siempre y difundir la misericordia de
Dios a todas las personas que la piden con corazón sincero (…) Porque la
caridad verdadera siempre es inmerecida, incondicional y gratuita” “Nadie puede
ser condenado para siempre porque esa no es la lógica del Evangelio” (Amoris
Laetitia 296-297).
Publicado en el blog “Taller de oración” de
CVX Valladolid: