AMIGOS en el SEÑOR

El sábado se celebró el Encuentro del Compromiso Permanente en Pozuelo, con un sol magnífico y una entrega generosa por parte del Comité y de la Comisión de Vinculación. Llegada tranquila, abrazos y sonrisas geniales a la expectativa de lo que podíamos vivir.
Fue Quim Fernández, quien en representación de la comisión nos ayudó a reflexionar sobre el sentido de pertenencia y la vinculación.
Aunque pasaremos el documento, y aunque se podrían destacar cada una de sus palabras, nos quedamos con el "proceso nicodemo" del que ya hablaremos.
Gracias a todos los que con escucha atenta y sincera han alentado tantos corazones para seguir entregando tanto... Y a los que no habéis participado... ¡os lo habéis perdido!... pero os esperamos el próximo año.

Qué es un cuerpo apostólico
Aunque no hay ninguna definición explícita al respecto, podríamos decir que en el común sentir de la Iglesia se entiende por cuerpo apostólico lo siguiente:
- un colectivo de personas que han recibido una llamada (vocación personal) a seguir al Señor;
- que se saben convocadas a compartir una misión común;
- y se ayudan mutuamente a crecer en la vida de fe y en el desarrollo de la misión apostólica, usando, para ello, unos determinados medios y viviendo según un estilo de vida característico;
- y, para ello, se articulan en comunidades, equipos apostólicos, etc. y se dotan de aquella autoridad que mejor les ayude a acoger y dar respuesta a la llamada del Señor;
- de modo que la pertenencia y vinculación al cuerpo apostólico configura la vida y modo de proceder de sus miembros y, en este sentido, de alguna manera imprime carácter,
- y así son conocidos y reconocidos por la Iglesia.
En cuanto a CVX, entendemos que ese colectivo es de laicos y que los medios y estilo de vida son los propios de la espiritualidad ignaciana.

Una charla, un rato largo de oración y compartir en grupos reducidos. Esa fue la dinámica de la mañana y de la tarde, para terminar con un plenario rico en palabras, en experiencia y en deseos de seguir caminando. Por cierto, el moderador nuestro amigo Chencho, que probablemente sea contratado por "59 segundos".
Sentido de pertenencia
El sentido de pertenencia viene condicionado por la experiencia vocacional. Si no hay vocación, no se puede exigir/deducir sentido de pertenencia. Pero esa vocación tiene dos tiempos: la fase inicial en que se plantea, se discierne y se acoge como don; y la fase de crecimiento en que se desarrolla al hilo de la misión. Para unos, los que empiezan, la vocación conlleva el proceso de “nacer en CVX” (o en otro camino de Iglesia), para los ya iniciados, supone un “renacer” cada día en CVX. Además, para muchos que entraron en la comunidad creyendo que era “otra cosa”, ese renacer supone un auténtico “proceso Nicodemo” de reconversión en el origen. Lo que sí es cierto es que sin una vocación clara y clarificada no se puede dar un auténtico sentido de pertenencia a la CVX. Puede haber sentido de pertenencia a la comunidad local por haber compartido una trayectoria vital y de fe; por años de vinculación afectiva o incluso por la existencia de una misión común. Pero el sentido de pertenencia a una comunidad mundial, con la que no se ha producido ese caminar común, solo puede darse si hay un auténtico proceso vocacional en que la persona se reconozca llamada por Dios a vivir el carisma CVX.