Las Comunidades de Vida Cristiana en Madrid hemos comenzado un acercamiento, hace poco tiempo, al trabajo y las personas del SJM. El proceso ha comenzado muy poco a poco, pero la semilla está plantada en el corazón de muchos y muchas.
El sábado 25 de septiembre, varias organizaciones que visitan el Centro de Internamiento de
Extranjeros (CIE) en Madrid organizaron una vigilia para pedir el cierre de los
CIE. Nos llamó Pueblos Unidos (a quien conocemos bien) y acudimos. La tarea era
sencilla: vigiliar el cumplimiento de las medidas COVID-19.
Allí nos vimos
algunas personas CVX, y palpamos la complicidad de otras tantas (alrededor de
cien) en lo que parece “de cajón”: los CIE no tienen sentido, no retienen
delincuentes peligrosos. Sólo acogen el sufrimiento de los más vulnerables, los
migrantes sin “permisos”, a los que el Estado retiene para deportar. El SJM
documenta año tras año con mucho rigor unos números que son incontestables: la
mayoría de la gente que acaba en el CIE no ha delinquido. ¿Por qué una cárcel,
pues?
Los que hemos
visitado el CIE con cierta regularidad hemos podido comprobar el sufrimiento
que se genera en las personas por la inseguridad que supone no saber qué va a
ser de ti; cuál es la causa del ingreso en un sitio tan inhóspito; por qué
tantas veces tus derechos se vulneran (esto lo ha recordado con mucha
frecuencia el Juez de Vigilancia penitenciaria, no se denuncia sólo desde las
organizaciones que acompañan).
Sobran motivos para
cerrar…y además, durante el COVID el número de reclusos se ha reducido
drásticamente y no parece que esto haya tenido consecuencias desastrosas.
La vigilia
transcurrió en ambiente de oración, música, testimonio. Las palabras de Josito,
Javier Baeza, Jose Luis Pinilla y tantos otros/as nos acariciaron el alma.
La CVX debe seguir
en esto, más en nuestro contexto de elaboración del proyecto apostólico que
oriente nuestra misión. ¿Te apuntas?