Javier Montes Maury sj, publicaba el pasado 30-11-2020 un “hilo” en Twiter, haciéndose eco de las palabras de Tesa Reimat, médico cooperante en Nador (Marruecos).
Tesa,
en Nador, tiene el privilegio de compartir la vida con personas migrantes, de
quienes aprendemos mucho a esperar, confiar... en este hilo hay mucho adviento:
“Hoy
he visto a la mujer que curé el viernes, llena de quemadas tras el naufragio,
sonreir en la cocina mientras ayudaba a Sanata a preparar la comida para el
resto de migrantes de la residencia.
El
viernes ni siquiera podía andar, y ahora camina de un lado a otro de la cocina
buscando los ingredientes. Con la cara aun cicatrizando, su sonrisa ilumina la
habitación entera.
Esta
mañana también he visto a Daniel, el chico que encontramos exhausto en el
bosque tosiendo sangre, emocionarse cantando en misa la canción que él mismo
había propuesto, "trouvez dans ma vie ta presence".
Sus
ojos todavía brillan como el día que le llevamos en coche a la casa de acogida,
mientras rezaba y daba gracias a Dios por encontrarnos.
Hoy
he visto a mujeres en la playa, participando en un partido de Korfball, pues
entre su reglamento esta la obligatoriedad de que los equipos sean mixtos. Y
esto, en esta tierra de desigualdades y sexismo evidente, es todo un hecho. Qué
es el adviento sino esto. La alegría de una sonrisa recuperada, la emoción de
una fe que vibra en cada nota, la esperanza de un porvenir que poco a poco cala
y deja entrever un desarrollo. Es tiempo de confianza, de renovación, de espera
activa” ¡Velad!
En el encuentro orante que desde CVX-E compartíamos el
pasado día 13 de Diciembre: “Agradecimiento por tanto bien recibido”, decíamos
en un momento de la oración que: “a veces me confundo, no comprendo, siento que
hay llamadas que me obligan a salir de mi seguridad, de lo que conozco y
“controlo”…”. ¿Tengo algún “riesgo” al
que me siento invitada/o a correr por este Jesús que llega para servir y que me
ofrece seguirle?
Ahora, más que nunca en este momento,
necesitamos tu llegada, tu aliento y la esperanza que nos traes de una vida
nueva y unos nuevos horizontes que
pueden llenar nuestra vida de plenitud y sentido. Ahora, cuando nos invitas de
nuevo a seguir tus pasos y trabajar por los demás, a cuidar la vida, a
construir una existencia mejor para todos…