El pasado 5 de noviembre
celebramos un Encuentro telemático de personas colaboradoras y amigas de Casa
Mambré. Las circunstancias que vivimos habían ido retrasando esta cita,
esperando poder hacerla como tantas otras veces, en forma de celebración
compartida en la propia Casa. No podía pasar más tiempo sin “conectar” a todas
las personas que formamos la gran familia Mambré y repasar nuestras vidas,
nuestros sentimientos y mociones, en este tiempo de especial dificultad.
Me gustaría compartir la alegría
y el agradecimiento que experimenté cuando tantas personas nos sentimos en
comunión en torno a la experiencia de la hospitalidad. En estos meses, las
personas que vivimos en Casa Mambré, hemos echado de menos los abrazos, las
visitas, las cenas compartidas, celebrar la vida… No ha sido una ausencia
total, pero ciertamente, como en tantos espacios sociales, hemos bajado la
intensidad, tamaño y frecuencia de nuestros encuentros, siendo estos uno de los
pilares fundamentales de nuestra Comunidad de Hospitalidad. La oportunidad de
vernos y escucharnos, aunque fuese a través de medios virtuales, ha sido un
regalo y la confirmación de que, por diferentes caminos, desde diferentes
circunstancias y carismas, el Señor llama a acercarse a la realidad de las
personas migrantes, poniéndoles rostro, nombre y amistad.
Compartir qué había supuesto para
cada uno y cada una la experiencia de contacto con la Casa nos hizo conscientes
de su potencial para hacer confluir llamadas y vocaciones. Algunos de los
chicos compartieron qué significaba para ellos la vida en Mambré y las personas
que conformaban ese grupo extenso más allá de la comunidad de techo. También
comunicamos noticias, acontecimientos, llegadas y partidas que se han sucedido
en este tiempo, y la gran ilusión que despierta el proceso de apertura del
proyecto a CVX España y otras realidades eclesiales. Y así, desde la sencillez
de lo cotidiano, desde el agradecimiento a quienes sostienen y apoyan con su
tiempo, cariño, oración, el sueño de la hospitalidad, terminamos dibujando una
nube de palabras que para que sea luz en estos tiempos convulsos.
Inmaculada Mercado Alonso.
Casa
Mambre. CVX Sevilla.