Fuimos acogidos por la parroquia de Ventilla,
lo que nos permitió disponer de espacio suficiente y de medios técnicos a
través de los cuales todo el que quiso pudo conectarse desde casa, e intervenir
en cualquier momento.
Este encuentro marca el inicio de curso, que, este año, más que nunca, será "nuevo", "diferente", "retador"... por eso, y recordando la Asamblea de Pamplona, el lema del día fue: ”Un curso nuevo está empezando, ¿no lo notáis?”
El Consejo local era consciente de que, por
parte de todos, había mucho de deseo de rezar y estar juntos. Por eso, planteó
la mañana como un espacio de encuentro y oración, relegando los temas
organizativos a otro momento.
Comenzamos con un rato de acogida, trayendo a
la memoria todo lo que el Señor nos ha regalado a lo largo de estos meses de
pandemia, y reconociéndonos como “amigos en el Señor, convocados por El”. Y nos
propusieron la pregunta que iba a marcar el resto de la mañana: ¿Cuál es el sueño apostólico del Señor para
mí? ¿Y para CVX-Caná?
Y los puntos de oración nos invitaron a
ponernos en la piel del Pueblo de Israel frente al Mar Rojo, y a reconocer el
miedo que debieron sentir cuando se dieron cuenta de que si querían dejar atrás
la esclavitud y caminar hacia la Tierra prometida, tendrían que atravesar lo
que parecía un obstáculo insalvable, tendrían que CONFIAR y poner el pie en la
otra orilla.
Y para nuestra comunidad, la misma invitación:
dejar atrás nuestras ataduras y nuestros miedos, y lanzarnos a pie enjuto hacia la Tierra prometida,
hacia el sueño apostólico de Dios para nosotros, para nuestra comunidad. Y una
vez en el otro lado, el Señor nos estará esperando, con un pan y un pez sobre la
brasa encendida (Jn 21, 1-14); como Comunidad peregrinante, nunca nos faltará Su
alimento.
EL Consejo local nos había preparado una sorpresa
muy especial, y fue la de contar con la “presencia” de Eduardo Escobés, actual
presidente de CVX-E. Sus palabras fueron de aliento y de cariño, al tiempo que
dio otro empuje a todos lo narrado en párrafos anteriores. Su propuesta fue la
de mirar con ojos nuevos nuestra historia y atrevernos a nacer de nuevo (Jn 3,
1-21): ¿en qué quiero nacer de nuevo? ¿Cómo
puedo nacer de nuevo siendo viejo?
Fueron palabras inspiradoras que nos alentaban a descubrir qué necesidades y oportunidades hay en nuestra comunidad local que puedan tener eco o respuesta en otras comunidades o en el ámbito de CVX-E; una invitación a ser generosos para poder recibir en abundancia.
Tras un rato largo de oración personal y otro
para compartir, el Consejo local hizo un repaso de todos (o casi todos) los
servicios que prestan los miembros de nuestra Comunidad, y que se desarrollan
en los ámbitos definidos como prioritarios por la CVX, y por lo tanto, muchos
de estos servicios, en relación con otras comunidades.
Destacamos dos envíos nuevos: Covadonga Cuervo-Arango,
como enlace en el Equipo de Familia y Paloma Guillén, por su incorporación al
Equipo de Formación de CVX-E.
También tuvimos unas palabras de agradecimiento
(y detallito) para Javi Otero, que este año deja la vicepresidencia y que ha
sido muy generoso en su servicio a la Comunidad. Íñigo García de Amezaga y
Cristina Arechaga, singuen como presidente y vicepresidenta, respectivamente, y
toda la Comunidad les agradeció especialmente, su dedicación y cariño en la
preparación de esta Asamblea.
Y con altar lleno de todo lo recibido durante
la mañana, celebramos juntos la Eucaristía, presidida por nuestro querido Jaime
Badiola. Siempre es un regalo escucharle, y siempre acierta con las palabras
que regala a la comunidad.
Para terminar, un deseo: disponibilidad interior de cada uno para poder rezar, como Comunidad, “tomad y
recibid toda nuestra libertad, nuestra memoria, nuestro entendimiento y toda
nuestra libertad”.
Aquí os dejo los
ecos principales de la Asamblea, que fue UN REGALO.
Jana Alonso
CVX Caná