Pinceladas sobre la Reunión Superampliada

 


La pandemia nos ha impedido reunirnos en Madrid, como estaba previsto, casi 80 personas de nuestra comunidad. Presidencias locales y territoriales, Equipos Apostólicos y Consejo ejecutivo nacional convocados a tomar el pulso a la comunidad y a la realidad que nos circunda y convoca, para tomar impulso. Y gracias a la tecnología, hemos podido saludarnos en la distancia y abordar los contenidos mínimos previstos para el encuentro.

Han sido siete horas de encuentro virtual que ha aportado a quienes han participado en él consuelo en el trabajo que juntos podemos hacer, y ánimo para llevarlo adelante, si hacemos caso a las evaluaciones recogidas.

Desde el Consejo, ampliado a las coordinaciones de los Equipos Apostólicos, dimos cuenta del trabajo realizado desde la Asamblea de 2019, y compartimos las líneas de acción para los años que vienen por delante. Los equipos de misión joven, familia, migraciones, sociopolítica, espiritualidad y formación cuentan con trabajo abundante e ilusionante, y esperan de la aportación de todas las comunidad locales, en función de las llamadas que el Espíritu ha hecho y va a seguir haciendo. Pastoral familiar, diversidad, MAGIS, hospitalidad desde la fraternidad, reconciliación, discernimiento, Ejercicios Espirituales, procesos de acogida, centenario de la conversión de San Ignacio, envíos, ... y más.

Junto con ello, en los próximo dos años cobra especial importancia la formulación y aprobación del Proyecto Apostólico Comunitario, en la línea de la recomendación aprobada por la Asamblea de Pamplona. El equipo constituido para ello (Raquel Boix de Ellacuría -Valencia-, Fátima Carazo de CVX Sevilla y Alejandro Martínez de Galilea -Madrid-) socializó el proceso que ha diseñado y una foto inicial del despliegue apostólico de las comunidades locales. Mucho agradecimiento por todo ello, la verdad. 

De alguna manera, podemos decir que el camino hacia el Proyecto ha arrancado de forma oficial, y esperamos que sea refrendado por una asamblea extraordinaria que celebraremos, Dios mediante, en 2022.

Gracias al Señor por tanto bien recibido y, en concreto, por convocarnos a colaborar en su misión de fraternidad, justicia y reconciliación.

El Consejo CVX-E