Querida comunidad Nacional
Quisiéramos compartir con vosotros nuestro
camino en “4 estaciones” en la ciudad de Barcelona, porque es muy alentador.
Comenzamos con la formación de un equipo motor integrado
por dos personas de CVX y otra del Casal Loiola. Los tres participamos en el encuentro de formación en
Madrid en agosto del 2019. Dos de nosotras ya habíamos hecho un recorrido
previo.
Tras esta formación iniciamos un camino
experiencial, acompañando a cuatro personas, y contactamos simultáneamente
a posibles acompañantes y a otras personas para ser acompañadas. Hemos de
destacar que contamos con el apoyo del Casal Loiola de Barcelona y de la Pastoral de Familia de
Barcelona.
En el mes de Febrero de 2020 convocamos a los posibles
acompañantes, con quienes tuvimos contacto previo, a una charla de formación
para lo que tuvimos el apoyo presencial de Iciar y el acompañamiento virtual
por Skype de María Jose.
Fue un encuentro muy motivador y clarificador
que colmó con creces las expectativas de las ocho participantes.
Hemos de agradecer el ánimo y la confianza que nos transmitieron nuestras
compañeras Iciar y María José en este encuentro.
Orientadas y muy apoyadas por ellas, resolvimos
iniciar un proceso de formación que consistía en ir trabajando juntas cada una
de las fichas del itinerario de invierno. Para ello hicimos un calendario que
se vio abruptamente suspendido por la crisis sanitaria.
El futuro equipo estaba muy motivado, sentíamos una
fuerte llamada y entonces en abril hicimos una consulta a cada uno de los
miembros sobre su disponibilidad para hacer los encuentros virtualmente y
fue unánime la unión de ánimos para comenzar el camino.
Hay veces que parecemos abusar diciendo que el
Espíritu está presente, pero hoy a 5 meses de este comienzo, creo
que esto se confirma.
El compromiso del equipo fue muy fuerte y sostenido. La
presencia en las reuniones fue continua, solo dos compañeras tuvieron que
suspender el proceso por razones familiares.
Hicimos un trabajo personal ficha por ficha que
compartimos de manera muy cuidada respetuosa y ordenada en las reuniones. La
propuesta fue preguntarnos: ¿cómo me he sentido?, ¿cómo la he recibido?, ¿con
qué me quedo?, ¿qué dificultades me plantea?, ¿qué es lo que más me ha ayudado
de la dinámica? Y desde mi mirada como acompañante: ¿qué luz puede aportar? y ¿qué
puede ayudar más?
También recorrimos algunos puntos del power point de
formación más teórica, sobre los principios psicológicos y espirituales
en que se sustenta nuestra herramienta. Sobre ello volveremos en septiembre.
En la evaluación final de esta etapa se realizaron algunas sugerencias al
equipo nacional sobre las fichas y se propuso abrir otras nuevas opciones en el
itinerario de invierno.
Siempre contamos con el acompañamiento del Iciar y María José lo que nos
dio ánimo y confianza al sentirnos unidos a nivel nacional en el mismo
servicio.
Llegamos ahora a las puertas del taller del perdón del que participarán
tres o cuatro de las acompañantes. A pesar de la virtualidad, la
propuesta de realizar el taller en este formato nos ha ayudado, porque muchas
personas tenían dificultades en participar presencialmente, por el coste que
suponía el desplazamiento y por razones sanitarias. Así que bienvenida la
recreación del taller aunque quede pendiente la riqueza de lo presencial. Con
tantos deseos y ánimo que ponemos, seguro que el Espíritu hará lo suyo.