DESDE
CVX-ESPAÑA EXIGIMOS QUE LA PANDEMIA DEL COVID-19 NO NOS DESVÍE LA MIRADA DE LA
VULNERACIÓN DE DERECHOS HUMANOS QUE ACONTECE EN LA FRONTERA GRECO-TURCA
En estos días estamos siendo testigos de una realidad de trato cruel, inhumano y degradante, que sufren las personas que huyen de sus países de origen porque en ellos no pueden vivir, porque su vida está en peligro. Esta realidad necesita a gritos de nuestra atención, más ahora, con la situación de alarma derivada de la pandemia provocada por el COVID-19. Se impone una mirada desde la compasión, la fraternidad y la justicia, y la necesidad de decir una palabra, ser parte de la transformación hacia un trato digno, humano y justo.
Existen niños, mujeres y hombres, viviendo en
condiciones terribles, en el campo
de refugiados de Moria, en la Isla griega de Lesbos, en espera de la
resolución de sus solicitudes de asilo, algunas
llevan años. Sin embargo, el primero de marzo, leíamos con perplejidad cómo el
gobierno de Grecia decidió aplicar la suspensión del derecho a pedir asilo para
quienes llegaran a partir de ese momento. Y anunció que deportará a sus países
de origen en la mayor brevedad posible a todos aquellos migrantes que entren
ilegalmente en territorio griego. Se trata de vulneraciones intolerables de los
derechos humanos fundamentales.
Como consecuencia
de la acción política de Turquía de no continuar controlando la frontera hacia
Grecia, 450 personas llegaron a Lesbos y tal como llegaron, fueron trasladadas
a un centro para ser inmediatamente deportados.
Además de la frontera terrestre greco-turca, miles de personas están también
tratando de acceder a la UE a través de las islas del Egeo. Grecia ha
evitado los intentos de cruzar de más de 24.000 personas. Son
numerosos los testimonios de migrantes que tras llegar a Grecia cruzando el río
Evros, han sido detenidos por la policía griega, que les ha despojado de sus
pertenencias (a menudo incluso de sus zapatos) para ser devueltos finalmente a
territorio turco.
CVX-España sostiene que todos los migrantes,
con independencia de su situación legal, la forma como llegan a la frontera, el
lugar de donde proceden o su aspecto físico, deben ver reconocidos sus derechos
fundamentales, derivados del Derecho Internacional, y los Estados están
obligados a hacerlos efectivos.
De manera especial, el interés superior de los niños y las niñas será una
consideración primordial que se aplicará a todos los menores de edad que se
encuentren en las fronteras internacionales, con independencia de su situación
migratoria o la de sus progenitores. Lo mismo que las personas con algún tipo
de diversidad funcional, personas de edad avanzada, mujeres embarazadas,
familias monoparentales con hijos e hijas menores, víctimas de la trata de
seres humanos, personas con enfermedades graves, con trastornos psíquicos y
personas que hayan padecido torturas, violaciones u otras formas graves de
violencia psicológica, física o sexual, como las víctimas de la mutilación
genital femenina.
Así, los Estados miembros de la UE, deben velar por los derechos humanos, especialmente en el marco de situaciones de extrema gravedad, como la que se vive en Grecia, y deben tener una actuación de asistencia inmediata, que implica la atención médica, comida y agua adecuadas, mantas, ropa, artículos de uso sanitario y la oportunidad de descansar.
Por ello, y
especialmente en esta situación de emergencia sanitaria provocada por el COVID-19 que estamos viviendo
en el continente europeo y en todo el mundo, desde CVX-España se exhorta a los Estados a:
Ø Garantizar
que todos los migrantes reciban una atención médica necesaria.
Ø Respetar el
principio de no devolución y/o la prohibición de la expulsión colectiva, para no poner en
modo alguno a una persona refugiada en las fronteras de los territorios donde
su vida o su libertad peligre. Así, también lo recoge el artículo 38 del Convenio Europeo para la
Protección de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales (CEDH) y en el artículo 3.1.9 de la
Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes. Este principio, llamado de no devolución, es el principio fundamental
en el que se sustenta el ejercicio del derecho de asilo.
Los miembros de
CVX-España estamos especialmente preocupados por la situación de falta de
higiene y de hacinamiento en los asentamientos de las personas que están a la espera
de entrar en territorio europeo o de las que esperan regularizar su situación,
por lo que exigimos que se defiendan y
se hagan efectivos los derechos que son de cumplimiento obligatorio por
los Estados de la Unión.
Nos sumamos a las palabras del Papa Francisco en la audiencia del 11 de marzo: “No quisiera que Como miembros de la Comunidad de Vida Cristiana en España, queremos que valores fundamentales de igualdad, justicia y libertad, basados en los del Evangelio, se materialicen en el respeto de las personas que viven en los campamentos de refugiados. Recordamos que la construcción de una sociedad más humana, requiere la acogida, atención y protección de las personas que continúan viviendo en las fronteras, en un estado de extrema vulnerabilidad. Por ello confiamos, en que países tan diversos puedan llegar a acuerdos que pongan en el centro a las personas.este dolor, esta epidemia tan fuerte nos haga olvidar a los pobres sirios que están sufriendo en la frontera entre Grecia y Turquía. Un pueblo que sufre desde hace años. Deben huir de la guerra, la enfermedad y el hambre. No olvidemos a los hermanos y hermanas. Muchos niños están sufriendo allí”.