Avanzando en la atención, acogida y acompañamiento LGBTI


El pasado domingo 8 de marzo, coincidiendo con el día de la mujer, la CVX en Almería tuvimos ocasión de compartir el fruto de la oración personal que cada uno de nosotros hizo con una ficha elaborada por el Equipo Apostólico de Familia y que llevaba el mismo título que esta crónica.

Compartimos la alegría de sabernos en camino de conversión, de la mano de Dios. Reconociendo que Dios nos habla en el sufrimiento, en las heridas, en los límites (propios y de nuestros hermanos) y que somos llamados a atender y acoger. También compartimos la certeza de que Dios nos soñó con infinito amor y nos creó como somos para amar como somos.


Es el desconocimiento, la aproximación desde la teoría, desde el dogma la que no ayuda; en cambio el encuentro persona a persona nos revela al otro como hermano. Ante ese hermano y esa hermana que ha sufrido y sufre el rechazo, tenemos una palabra, que es de Iglesia, de acogida, palabra revelada cuando miramos con Su mirada.


Constatamos que estos cambios que pedimos a la Iglesia son lentos, pero se deben dar y, de hecho, se están dando. Somos nosotros, desde dentro, quienes tenemos que ir creando condiciones de posibilidad, abriendo espacios de diálogo. Queremos hacerlo con actitud abierta y de acogida, sabiendo que caminamos una senda nueva: desconocida pero esperanzadora. Queremos hacerlo desde la sinodalidad: todos y juntos, compartiendo nuestros testimonios, evangelizándonos, acogiendo con misericordia a quien no ve las cosas como nosotros y dejándonos acoger, rezando juntos un poco más, dialogando siempre un rato más. Dejando atrás posiciones de víctima y victimario. Mirándonos a los ojos, reconociéndonos en búsqueda, hermanos.

Este paso que damos en Almería es compartido en cada comunidad local. Como ya es sabido, la Comunidad de Vida Cristiana, reunida en asamblea el pasado mes de agosto hizo una serie de recomendaciones al recién elegido Consejo Nacional. Una de ellas fue la de que se realizara una manifestación pública en la que se afirmara que CVX-E acoge, acompaña e integra todas las situaciones diversas: personas LGTBI (solteras o casadas), personas divorciadas (con o sin pareja).


Esta petición no surge sin más, sino que es el fruto de un proceso de discernimiento comunitario en el que se tuvo muy presente la realidad de nuestros hermanos y hermanas LGTBI, divorciados y en otras situaciones diversas; también nuestra relación con otros cristianos homosexuales que nos piden ser sensibles a esta realidad de frontera sufriente dentro de nuestra Iglesia.


En el camino hacia ese posicionamiento, el Consejo Nacional asesorado por el Equipo Apostólico de Familia, ha trazado un itinerario con dos momentos previos. Primeramente, cada comunidad local está llamada a rezar con el documento que citaba más arriba y a compartir en comunidad los frutos de esa oración. Posteriormente, en cada ciudad se realizaría la presentación de un libro que, estamos convencidos, ayudará aportando claves para un diálogo que estamos convencidos de que debe producirse porque, debemos reconocerlo, en muchos casos llegamos tarde.

Nuestro deseo es que cada persona que se sienta llamada hacia esta frontera en la Iglesia, formara parte de esta semilla de diálogo en concordia que queremos ayudar a sembrar.
(Rafa Quintana. CVX en Almería)