El sábado 25 de
marzo, las Comunidades de CVX-Sevilla y CVX-Jerez nos unimos en Sevilla a la
celebración del Día Mundial de CVX en la fiesta de la Anunciación. Cerca de 80
personas se reunieron en el Centro Arrupe para celebrar y agradecer nuestra
vocación. Y en la eucaristía, varias compañeros de CVX Sevilla hicieron su
compromiso en la comunidad: Manolo Sánchez-Matamoros, Macarena Muñiz y Carolina
González su compromiso temporal, y Enrique Garfia y Encarni García su
compromiso permanente.
Un día
de fiesta, una oportunidad para renovar la vocación laical y entender toda la
vida como agradecimiento a Dios para “en todo mar y servir”.
A continuación se recogen dos visiones de lo que supuso este día
para dos personas en Acogida.
Visión de Acogida I
El sábado 25 de marzo asistí al
día mundial de la CVX con gran emoción y curiosidad. Entre semana cada uno está
en su grupo y parece que todo funciona bien; pero comprobar cómo es la
comunidad y que al mezclarnos en grupos heterogéneos ese sentir se respira, da
igual cuántos años lleves en la comunidad, fue una de las cosas que me llevé.
Al igual que, ya no sólo la ilusión y alegría de quiénes hacían su compromiso
temporal o permanente, sino de todos sus compañeros de camino, que se alegraban
de corazón y acompañaban en esta decisión que se estaba tomando.
La unión de la familia, como
dijeron sentirse en la eucaristía, no se mide por el número de miembros, sino
por la unión que hay entre ellos; y eso se vivió claramente.
Marta Reina (grupo de Acogida)
Visión de Acogida II
El pasado sábado 25 de marzo celebramos, en el Centro Arrupe, el
Día Mundial de la CVX, reconozco que asisto principalmente movida por mi
interés en saber más sobre la Comunidad, aprovechar la oportunidad para conocer
a algunos de sus miembros, tratar de integrarme un poco, y con ánimo de
participar y compartir este día de alegría, resultando una experiencia muy
positiva.
Tras el divertido baile que nuestras estupendas coreógrafas nos
enseñaron y el juego de relacionar fechas con momentos claves del origen y
evolución de la CVX, entramos en faena. Oramos juntos con el deseo de seguir
más de cerca a Jesucristo y trabajar con Él en la construcción del Reino, desde
dentro del mundo en que vivimos. Recordamos también, tantos beneficios
recibidos en los que Dios nos manifiesta su amor. Tuvimos un espacio de oración
personal, en el que se nos invitaba a reflexionar sobre nuestras fronteras, de
qué manera, desde dónde, cómo nos pide el Señor que estemos en ellas, hacia
donde nos invita el Señor a seguir avanzando… y compartimos en grupos nuestro
sentir, que resultó muy enriquecedor. Me encontré con mis fronteras cotidianas,
las del día a día en familia, en el trabajo, en la sociedad…, donde pongo mis
barreras, donde construyo muros, donde me encierro, donde no crezco, donde no
me entrego, donde miro para otro lado, donde me alejo del Señor, donde sí miro,
pero… cómo miro, donde pongo el corazón y donde no.
Terminamos nuestro encuentro con la celebración de la Eucaristía,
en la que siendo la festividad de la Encarnación, José nos recuerda cómo lo
Divino se manifiesta en lo humano. Dios está presente y debemos tener nuestras
puertas abiertas, permitiéndole entrar en nosotros; compartimos las ofrendas
que fruto de nuestra oración personal elegimos en los grupos y participamos del
emotivo acto de compromiso permanente de dos miembros de la comunidad y el
compromiso temporal de otros tres miembros.
Por razones familiares, no pude compartir el último de los actos,
las cervecitas y las viandas, pero la tarde resultó para mí de lo más
fructífera. Estoy profundamente agradecida por tanto bien recibido.
Ojalá que en cada una de nuestras fronteras, a la luz de la fe,
aprendamos a ver a Cristo, sintamos su necesidad y, con amor, nos entreguemos a
remediarla. Ojalá seamos Iglesia sin fronteras, abierta a todos, como el
corazón de Dios.
M. J. P. B. Grupo Acogida.
Extraído
del blog de CVX Sevilla http://cvxsevilla.blogspot.com.es/
y del blog del Centro Arrupe de Sevilla: http://centroarrupesevilla.org/dia-mundial-cvx-centro-arrupe/