La Asamblea de Fatima recomendó hacer un
fondo para apoyar proyectos apostólicos. Se logró gracias a donantes personales
anónimos y a donaciones de comunidades nacionales. Incluso comunidades muy
pobres aportaron. La asamblea aplaude vivamente.
¿En qué se gastó ese fondo?
En el
terremoto de Chile se ayudó a una aldea de pescadores.
En Rwanda se financió un
centro que da ayuda medica, psicológica y espiritual a personas con HIV SIDA.
Se apoyo a Sigvol, proyecto de
voluntariado en Ecuador.
En Sudan del Sur se apoyó un poblado con ayuda
humanitaria.
En Corea se apoyó un centro pastoral CVX.
Se apoyó en Siria a refugiados.
En todos
estos proyectos se apoyó a las CVX nacionales, no lo hace el Exco directamente.
El Exco propone aumentar el presupuesto general
de CVX mundial, incluyendo una partida para el Fondo Apostólico y otra para hacer Progressio digital y gratis.
Hay dos fondos más: para formación y para
advocacy.
Todo esto sale gracias a donantes privados
que hacen viable a CVX pero no hay un plan financiero previsible.
Hay muchas manos levantadas para hablar.
Leo de CVX Italia cree que hay que fortalecerse financieramente y eso hay que
hacerlo proponiendo proyectos específicos.