...están cerca de Dios

Nos acercamos al llamado final de las vacaciones estivales. Los calores de estos días, sobre todo desde San Lorenzo hasta hoy, invitan a la relajación y al sopor. Parece que hasta se paran nuestros hábitos y costumbres y, casi no pensamos, que “ en la vida cotidiana “ las cosas siguen pasando en una sucesión sucesiva de sucesos. Pero nosotros seguimos colmados por una especie de espíritu de abandono, carentes en muchas ocasiones del menor signo de trascendencia.

Pero aquí, y sobre todo en otros lugares, los que no se van – no se irán – de vacaciones si creo que conocen – sino seguro que la llegarán a conocer bien pronto – me refiero a toda esa gente de bien que se embarcan desde cualquier lugar de la costa de África, y más ahora que quieren aprovechar “ para su aventura “ el buen tiempo, las altas temperaturas y, a poder ser, la calma del mar.

En estos días ha llegado otra patera a Motril, con hombres, jóvenes (niños casi hechos hombres) mujeres embarazadas y cinco bebés. Esta vez hubo suerte y llegaron todos vivos, no se puede decir que bien pues hay que verlos llegar tiritando de frío ¡de miedo! Con unas miradas tristes y desgarradoras pues han mirado a la muerte cara a cara al vagar por esas aguas – para ellos llenas de espíritus que vagan por ellas – Dos costas separadas por una franja de mar pero a años luz la una de la otra. El hambre y la pobreza no se van de vacaciones, no da descanso ni tregua. Y las soluciones – conocidas y manidas por todos – siguen sin llegar. Seguimos sin aprobar el tema de la solidaridad. Es una asignatura que sigue pendiente y mucho me temo que este año, además, ni tan siquiera habrá posibilidad alguna de repesca o repetir examen en septiembre.

Todas las personas que, acuciados por el hambre y la pobreza se lanzan al mar en un cayuco o patera, y realizan esa travesía al futuro en la inmensidad del mar… están cerca de Dios. El mar, la mar, sólo la mar" (Rafael Alberti) "La costa es la más larga línea de soledad. – Yo volvía de lejos para irme, y supe lo que era morirse - ¿Qué esperas, amigo mío, del mar?" (Pablo Neruda).

Dicen que hay tonos verdes y azules en la superficie del mar, que se pueden volver – se vuelven – rojos de sangre muchas veces en su oscura profundidad. En tantas vidas rotas y en tantos espíritus que vagan por su inmensidad. Buscando vida, paz y bienestar. “Y adiós, hasta más tarde, hasta más pronto, hasta que todo Sea, y sea canto". (Pablo Neruda).

"Al andar se hace camino / y al volver la vista atrás,/ se ve la senda que uno / no ha de volver a pasar/ Caminante, no hay camino / sino estelas en el mar. / Que lo nuestro es pasar / pasar haciendo caminos / caminos sobre la mar". (Antonio Machado)

Esto lo escribo como homenaje a todos estos subsaharianos con los que tuvimos la suerte de encontrarnos – aproximarnos – a su llegada a Motril dándoles, en esos duros y tremendos momentos, lo único que teníamos y necesitaban : acogida, amor, cercanía y proximidad. En verdad que todos los políticos y los hombres de Iglesia (jerarquía) deberían – tendrían que – vivir estas experiencias y estas sensaciones pues son – eso creemos Marta y yo – de….. estar cerca de Dios.

Juantxu Oscoz y Marta Barbero

Grupo 5º de CVX - Vitoria - Gasteiz

Salobreña, a 27 de Agosto de 2010