Formas modernas de esclavitud

La plaga del tráfico de seres humanos

Por el padre John Flynn, L. C.

ROMA, domingo 27 de junio de 2010 (ZENIT.org). – Al interés de millones de aficionados por todo el mundo, pegados a sus pantallas de televisión, mientras siguen el Mundial, se une la preocupación por el hecho de que el acontecimiento dará lugar a un aumento en el tráfico de seres humanos.
El cardenal Wilfrid Fox Napier, arzobispo de Durban, Sudáfrica, mencionaba esto a ZENIT en una entrevista publicada el 5 de mayo. Decía que había signos de que las mafias del crimen organizado estaban haciendo entrar ilegalmente en el país a personas para proporcionar servicios sexuales durante el mundial.
En coincidencia con esto, poco después del comienzo del Mundial, el Departamento de Estado norteamericano hacía público su Informe sobre Tráfico de Personas 2010. Es el décimo aniversario de estos informes que siguen el comercio de seres humanos. Una declaración, que acompañaba el informe, admitía que la lucha contra el tráfico humano todavía está en sus primeras etapas. Muchos países todavía están aprendiendo y explorando las formas de afrontarlo con eficacia, observaba.
Aunque la mayor parte de la atención de los medios se centra en el tráfico para fines sexuales, el Departamento de Estado apuntaba que se trafica con más personas para trabajo forzado que para comercio sexual. Incluso así, los traficantes suelen utilizar la violencia sexual como una forma de obligar a trabajar a las mujeres en el campo o en las fábricas.
Algunos de los principales resultados del informe de 2010 son los siguientes:
-- 12,3 millones de adultos y niños sufren trabajo forzado, trabajo o esclavo, y prostitución forzada en el mundo, con un 56% de ellos mujeres y niñas.
-- El valor de este comercio para los traficantes se estima en 32.000 millones de dólares al año.
-- El predominio de víctimas de tráfico en el mundo se calcula que está al nivel de 1,8 por cada 1.000 habitantes. Esto varía por región alcanzando el 3 por 1.000 en Asia y en el Pacífico.
-- Ha habido 4.166 condenas por tráfico en el 2009, un aumento del 40% respecto al 2008.
-- Todavía quedan 62 países que todavía no han condenado a ningún traficante bajo leyes adaptadas al Protocolo de Palermo (un documento adoptado por Naciones Unidas sobre el tráfico de personas).
-- No menos de 104 países no tienen leyes, políticas o disposiciones que prevengan la deportación de las víctimas.

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