RESISITIR en el MONTE del RENEGADO

En los bosques que cubren las laderas del monte del Renegado, a las afueras de Ceuta, viven desde hace casi un año 54 indios de origen sij. Todos ellos entraron clandestinamente desde Marruecos en la ciudad autónoma (ocultos bajo salpicaderos de coches, encogidos en dobles fondos de maleteros o remando en lanchas neumáticas) tras dramáticos viajes en los que aseguran haber invertido más de dos años de sus vidas y cantidades que oscilan entre 15.000 y 30.000 euros. Hasta el 7 de abril de 2007 vivieron en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), una institución estatal de régimen abierto cuyas reglas de funcionamiento son similares a las de un colegio mayor universitario. Pero aquel día el miedo a que la policía entrara en el centro, les detuviera y les devolviera a su país les empujó a escapar y a esconderse en la foresta. Allí, bajo los altos eucaliptos, han resistido el viento frío de Levante, las riadas de lodo y piedras y las picaduras de los reptiles y de los escorpiones. Varias ONG han recogido más de 8.000 firmas para que el Ejecutivo les conceda permisos de residencia y de trabajo y les permita trasladarse a la Península. Pero el Ministerio del Interior se muestra inflexible. "No hay más salida que la repatriación", zanja el delegado del Gobierno, José Fernández Chacón.