Esta última semana de julio se
está celebrando en Guadarrama el Encuentro internacional de las Comunidades
Laicas Marianistas al que asisten delegados de unos 30 países. En el mismo se
disciernen orientaciones en la misión para los siguientes cuatro años. En esta
ocasión el tema es: “Soñar juntos
la fraternidad”. Todo el encuentro está orientado al discernimiento
hacia ese sueño compartido.
CVX recibió la invitación y fui
enviada a participar a intervenir en una jornada enfocada a mirar a la Iglesia
desde otros carismas. La petición consistía en ayudar a la familia marianista a
escuchar viendo qué hacen otros movimientos laicales en la Iglesia de hoy. El
panel se titulaba: PARTICIPAR EN
LA VIDA DE LA IGLESIA HOY.
Compartí mesa con Carmen Márquez, profesora de Teología Dogmática y Fundamental de la Universidad
Pontificia de Comillas, experta en ecumenismo y diálogo interreligioso y con Loli García Pi que pertenece al
movimiento de los Focolares y es Presidenta del Foro de Laicos.
A las cuestiones planteadas,
trasladé lo siguiente:
1. ¿Cómo viven su participación como laicos de las CVX en la Iglesia hoy?
(Retos, desafíos, cómo se vive la llamada a la sinodalidad)
Desde una comunidad abierta
y de acogida deseamos aumentar nuestra vivencia y
conciencia eclesial implicándonos
activamente en nuestros entornos
eclesiales naturales asumiendo
la responsabilidad del laicado en la Iglesia de hoy.
Aterrizando
en casos concretos de actividad apostólica mediante el trabajo por justicia y
dignidad de migrantes, acompañamiento a familias y jóvenes, el diálogo
cívico-social y en
coherencia con la última asamblea mundial CVX y la nacional, ofrecemos nuestra
espiritualidad a la iglesia, a otras espiritualidades y al mundo.
Desde una llamada a la sinodalidad, soñamos con una…
•
Iglesia
en salida y diferente, que evolucione fiel al Espíritu y al envío
recibido de Dios a través de Jesús de Nazaret, que sea capaz de hablar con el
mundo de hoy
•
Iglesia
que incluya, acoja y recoja las inquietudes,
dolores y anhelos de las personas de hoy
•
Iglesia
que busque de forma explícita reconocer la diversidad sexual presente dentro de ella y en la sociedad como un
don de Dios
•
Iglesia
que revise y reformule la ministerialidad,
toda ella, la laical y la ordenada, no desde la lógica de diferenciación y de
acceso al poder, sino de servicio y complementariedad
•
Iglesia
que sea más comunidad y comunidad de
comunidades, y menos institucionalidad estática
•
Iglesia
que ponga el Evangelio delante
del Derecho Canónico, que su criterio de decisión, basado en el discernimiento,
sea el Evangelio, no el texto legal
2.
¿Cómo se organizan
las CVX en el nivel internacional para ser testigos del Evangelio en cada
lugar, en cada cultura?
Cada país y comunidad
nacional, de acuerdo a su realidad concreta, desarrolla de forma particular
estas apuestas de encarnación que
formulamos como “fronteras”, adaptándolas
y, en ocasiones, reformulándolas. Esto genera una pluralidad de enfoques e
iniciativas que requiere de una dimensión organizativa continental y mundial
para el intercambio, la sinergia y el aprendizaje mutuo. Queremos que las personas del mundo de hoy aumenten su capacidad para
dar respuestas desde el discernimiento. Este es nuestro aporte específico y transversal.
Dio
mucha luz visualizar los cuatro niveles apostólicos representados en nuestra
trabajada “pirámide” de Franklin de la Asamblea
del Líbano.
3.
¿Qué crees que aportan
las familias carismáticas a la iglesia del futuro?
Diversidad de dones y estilos que son complementarios y
que en ocasiones no han sido aprovechados por la totalidad de la Iglesia,
debido a inercias a veces vinculadas al control y al poder. El punto de
autocrítica abordando que, desde nuestra responsabilidad, no siempre hemos podido hacernos presentes en el
resto de la Iglesia arrojó mucha luz. En cualquier caso, tenemos claro y más en
el marco de la sinodalidad que cada carisma es fruto de una
tradición que debe sumar.
Acabo dando las gracias a tantas personas CVX que han confiado en mí
para trasladar sus aportaciones en este encuentro de la familia marianista por
la que tanto cariño y admiración siento tras ser antigua alumna marianista y
haber formado parte de una fraternidad. Confío en que seguimos caminando de la
mano CVX y Comunidades Laicas Marianistas con el soplo del Espíritu y avanzando
en sinodalidad.
Prado
Díaz CVX Caná - Peregrino