“Si te falta tiempo, siembra tiempo y
recogerás tiempo. Ve a la iglesia y
pásate una hora rezando
tranquilamente. Tendrás más tiempo
que nunca y conseguirás sacar adelante
tu trabajo. Siembra tiempo con los
pobres. Siéntate y escúchalos, derrocha
tu tiempo con ellos. Recibirás el
céntuplo de ese tiempo. Siembra
amabilidad y recogerás amabilidad.
Siembra amor y recogerás amor”
DOROTHY DAY
Hace unos meses, se nos ofreció a las CVX la oportunidad de
colaborar en la tarea de acogida de varias familias refugiadas afganas. Aunque
la cuestión logística la tienen solucionada a través de diversas ONGD,
necesitan compartir tiempo con gente que hable un español que ellos y ellas
están aprendiendo; gente que les regale tiempo, cariño, cercanía. Eso que todos
necesitamos, pero en su caso mucho más.
Las CVX de las diferentes Comunidades Autónomas fueron
reaccionando y ofreciéndose. El movimiento ha sido contagioso, y por fin,
también en Madrid nos lanzamos a la sencilla tarea de visitar a las familias,
pasear, escuchar, y hasta celebrar…como así fue aquel domingo de abril en que
nos juntamos en la Casa de Campo. Allí llegaron 80 personas afganas a celebrar
el Nowruz, el año nuevo afgano (https://elpais.com/planeta-futuro/migrados/2022-04-08/un-ano-nuevo-afgano-en-la-casa-de-campo.html ).
Desde el principio, nos encontramos a gente muy cariñosa,
profundamente agradecida por el hecho de estar disponibles. Y aunque la
integración en España les está resultando dolorosa y dura, sentir que hay
personas a las que pueden acudir y con las que compartir deseos y anhelos les
da fuerza en el camino.
Para CVX, este pequeño gesto de acogida supone un
acercamiento a esas comunidades que
comparten, que tan bien se describen en el Evangelio: “ninguno pasaba
necesidad, pues lo que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero, y
se distribuía según lo que necesitaba cada uno” (Hch 4, 32-35). En otras palabras, conviene que entre
nosotros haya vigías, personas que
observen por dónde van las cosas en el presente sin perder de vista lo vivido; acompañantes, que comuniquen a otras
personas lo que se está viviendo y sean referencia en la primera parte del
camino y samaritanos, porque siempre
hay personas que se quedan, o las dejamos aparcadas, en los márgenes del camino
y necesitan nuestra solidaridad.
Desde CVX, gracias a Cristina Manzanedo y a Ignacio Alvaro,
por “liarnos” en esta tarea y por confiar. Ojalá las comunidades locales
arropen, cuiden y acompañen a quienes andan en esto. para que sea vivido como
una pequeña misión de la CVX en su conjunto.