Este pasado 16-17 de octubre, la Comunidad de Aprendizaje,
con casi todos sus miembros, ha celebrado su último encuentro tras haber finalizado
el recorrido de cinco fines de semana.
Los objetivos han sido celebrar, agradecer tanto bien
recibido y evaluar para ver a qué nos sentimos impulsados tras el proceso.
Claramente hemos percibido el tesoro recibido cuando fuimos invitados a participar
en una especie de laboratorio con el deseo de saber si seríamos capaces de
crear un espacio seguro para poder abordar un diálogo cívico guiado por el
discernimiento en común. Este laboratorio nos proponía un tema espinoso:
¿seríamos capaces de dialogar, escucharnos, respetarnos y sentir la unión de
ánimos con un tema como la situación catalana? Sabíamos de antemano que íbamos
personas con sensibilidades y convicciones completamente distintas, de
procedencias e historias personales muy diferentes. Eso sí, todas ellas
impregnadas por nuestra experiencia ignaciana y nuestra vocación común.
Este fin de semana hemos realizado dos dinámicas. La primera
fue la de realizar un relato compartido de lo vivido siguiendo los anclajes de
los Ejercicios Espirituales, que han sido la guía de nuestro recorrido en el
proceso. En cada uno de ellos, recogíamos qué aprendizajes realizamos y qué
mociones sentimos. Fue una experiencia muy gozosa y nos ardía el corazón al ver
cómo fuimos guiados por el Espíritu.
La segunda dinámica la realizamos el domingo por la mañana.
En la misma, tras un rato de oración, pudimos compartir nuestras
disponibilidades hacia los proyectos que puedan surgir cara a socializar y
ofrecer a los demás nuestra experiencia. Tras ello, acompañados por la parábola
del grano de mostaza y un símbolo que nos llevamos cada uno a nuestra casa,
finalizamos con la comida.
Los miembros de esta comunidad hemos sentido una llamada a
ser agentes de reconciliación y, humildemente y desde nuestro ser “grano de
mostaza”, el deseo de expandir esta experiencia de impulsar el diálogo cívico
en las situaciones de conflicto. Para ello, vemos imprescindible aportar
nuestra mistagogía a la vida, a ser contemplativos en la acción y desde ahí
“habitar las tensiones”.
Os invitamos a participar en las iniciativas que puedan
surgir desde este ámbito.
María Cancelo
CVX en A Coruña