El fin de semana del 9 al 10 de noviembre desde CVX Valladolid ofrecimos una nueva edición del Taller de Oración. Ya hemos perdido la cuenta de cuantos van… El taller es algo muy nuestro, que moviliza a gran parte de la comunidad implicándonos en distintas tareas que van desde la creación del cartel para difundirlo, la recepción de inscripciones, la ambientación de la capilla, hasta las charlas del taller. Cada año vamos renovando a alguna parte de las personas que lo guían y también su contenido. Desde la espiritualidad Ignaciana se busca acercar a la oración a quienes participan desde de distintos métodos: la meditación, la contemplación, la oración con palabras prestadas a través de la música y el canto, la danza….
Inesperadamente las últimas ediciones están siendo una puerta donde asomarse a CVX para personas con deseos de oración y también de comunidad.
Este año participaron 19 personas, han sido de nuevo muy variados en edades y vocaciones, pero todos coinciden en valorar muy alto la posibilidad de orar aprendiendo a orar, y de tener un pequeño espacio donde compartir las inquietudes entorno a la experiencia de oración. Los ecos que más se repitieron fueron de agradecimiento, plenitud, comienzo de un gran viaje con Jesús, sorpresa por la novedad, alegría por haber tenido experiencia de Dios…pero también se vive como una bendición por quienes guían el taller al sentirse mediadores de un Encuentro. En definitiva, un lujo de servicio, en el que con la confianza depositada en el Padre, cada uno aporta lo que tiene obrándose de nuevo el milagro de la multiplicación de los frutos.
El taller tiene su prolongación en el blog https://tallerdeoracionpersonal.blogspot.com donde cada semana publicamos una oración para mantener la vida de encuentro con Dios en una propuesta sencilla, profunda, actual y cercana, tanto para rezar de forma personal como en comunidad.
Inesperadamente las últimas ediciones están siendo una puerta donde asomarse a CVX para personas con deseos de oración y también de comunidad.
Este año participaron 19 personas, han sido de nuevo muy variados en edades y vocaciones, pero todos coinciden en valorar muy alto la posibilidad de orar aprendiendo a orar, y de tener un pequeño espacio donde compartir las inquietudes entorno a la experiencia de oración. Los ecos que más se repitieron fueron de agradecimiento, plenitud, comienzo de un gran viaje con Jesús, sorpresa por la novedad, alegría por haber tenido experiencia de Dios…pero también se vive como una bendición por quienes guían el taller al sentirse mediadores de un Encuentro. En definitiva, un lujo de servicio, en el que con la confianza depositada en el Padre, cada uno aporta lo que tiene obrándose de nuevo el milagro de la multiplicación de los frutos.
