El
tiempo de Navidad cerró su ciclo entre villancicos, luces y regalos pero sobre
todo por la acogida del Niño Dios entre nosotros. Para la CVX de Albacete, la
víspera del Bautismo del Señor fue un día de celebración muy especial mezclado
con numerosos recuerdos y sentimientos. Y es que el pasado 12 de enero
estrenábamos asistente, recibíamos la visita del jesuita Ramón Correcher.
Presentamos nuestras vidas, nuestras misiones particulares, nuestros sueños e
intentando, como decía la segunda lectura de los Hechos, seguir a “Jesús de
Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el
bien”. Mientras tanto Ramón escuchaba, atento a cada uno, haciendo también
suyas nuestras misiones y tendiendo sus manos, dispuesto para ayudarnos.
La
Eucaristía fue el centro de la jornada, momento de encuentro fraterno, de
compartir y tener presentes a quienes ahora están por tierras almerienses,
francesas o irlandesas, por supuesto tuvimos también muy presente a Eliseo
Domingo SJ. Un día así no pasaba desapercibido, tocaba celebrarlo en el
restaurante de la escuela de hostelería de Cáritas Diocesana que a finales del
año pasado abría sus puertas con la propuesta de insertar a los colectivos más
vulnerables.
Nuestros
corazones también latían por el profundo agradecimiento hacia Eliseo que en
todo momento ha estado disponible, orientándonos con su acompañamiento, desde
su cercanía; ¡gracias!
El
Espíritu Santo no quiso olvidarse de esta pequeña Comunidad manchega para que,
acogiendo nuestra cotidianidad, podamos en todo amar y servir.
José
Alcalá
CVX -
Albacete