“MAG+S, la nueva pastoral juvenil ignaciana”, artículo sobre el Primer Macro Encuentro de la Pastoral MAG+S publicado en Alfa y Omega
Madrid ha acogido (entre
el 8 y 10 de marzo) el primer macroencuentro de la red MAG+S marca bajo la que
hoy trabaja la pastoral juvenil ignaciana y que desarrolla su labor de forma
conjunta con cuatro congregaciones religiosas femeninas y el movimiento laical
CVX.
http://www.alfayomega.es/179764/mags-la-nueva-pastoral-juvenil-ignaciana
La pastoral juvenil
ignaciana está viviendo en los últimos años una auténtica revolución. El último
síntoma de este cambio radical –que se espera oficializar a través de un
documento a finales de 2019– es el macroencuentro celebrado este fin de semana
en Madrid al que estaban convocados todos los jóvenes de la red MAG+S, la marca
bajo la que trabaja la pastoral juvenil ignaciana en España, y que desarrolla
su labor de forma conjunta con cuatro congregaciones religiosas femeninas y el
movimiento laical CVX.
A la cita acudieron
320 jóvenes venidos de todo el país, pero para entender su relevancia no basta
con acudir a las cifras, sino también a la historia. La de MAG+S –que hace
referencia al AMDG (Ad maiorem Dei gloriam. Para mayor gloria de Dios)
de san Ignacio de Loyola– comenzó en la JMJ de París de 1997. «Fue entonces
cuando tuvimos un primer encuentro de diez o doce días previos a la jornada con
jóvenes de todo el mundo para compartir la espiritualidad ignaciana a través de
experiencias de tipo social, espiritual, cultura, artístico…», explica Juanjo
Aguado SJ, coordinador nacional de MAG+S.
Cuando la JMJ llegó a
Madrid en 2011, MAG+S trascendió las fronteras de la Compañía de Jesús, se
abrió a otras realidades de inspiración ignaciana –se comenzó a trabajar en red
con ellas– y el proyecto se empezó a desarrollar anualmente durante el periodo
estival. Desde entonces, «se va desarrollando una manera concreta de trabajar
la pastoral» y «los frutos empiezan a llegar». Sin embargo, «para que pueda dar
más frutos se ve la necesidad de hacer una mayor inversión de recursos humanos,
un grupo de gente que lidere el proyecto, que le dé profundidad y continuidad
durante todo el año más allá del verano y las pascuas», explica Aguado, que fue
precisamente el designado para esta labor una vez que el padre provincial creó
la oficina MAG+S. «Se trata de realizar la pastoral juvenil ignaciana durante
todo el año, pero con propuestas que ya no nacen solo de los jesuitas y luego
se abren, sino que ya se piensan como propuestas para todos los miembros de la
red». Un ejemplo de ello es el macroencuentro de este fin de semana, el primero
de estas características desde que se creara la red MAG+S.
Encuentro lúdico, no
programático
La cita «era un
encuentro más lúdico-convivencial, que de formación o programático», y no tenía
más propósito que «reconocernos como jóvenes que compartimos una
espiritualidad», asegura el coordinador de MAG+S. Aunque también es cierto,
añade Aguado, que el encuentro incide precisamente en el objetivo de la
organización para este año: «Queremos descubrir que compartimos una llamada y
que tenemos una identidad común».
Comenzó con unas
palabras del Provincial de la Compañía de Jesús en España, Antonio España, que
habló de que «estamos llamados a la unidad. Es el Señor el que nos une», y
«tenemos la responsabilidad de poner a fructificar los dones y talentos que
tenemos».
Otro de los momentos
destacados del fin de semana se vivió el sábado por la mañana. Los jóvenes se
dividieron en pequeños grupos y se desperdigaron por todo Madrid para
participar en una de las 24 experiencias propuestas por la organización: un
partido de fútbol con inmigrantes, un taller de fotografía por el centro de
Madrid, una visita a una residencia de ancianos para escuchar sus historias, un
paseo para descubrir el Alcalá de Henares ignaciano, la realización de un tramo
del Camino de Santiago a su paso por Madrid y «reflexionar sobre lo que significa
ponerse en camino» o la oportunidad de pasar un día con un grupo de personas
sin hogar «con las que comieron en el Retiro después de pasarse por las barcas
del parque».
Se trataba de que los
jóvenes descubrieran «que estamos llamados a encontrar a Dios en todas las
cosas». Mensaje que parece haber calado entre los participantes, por lo menos
en el joven maño Nacho González Zubiri, de 24 años, que llegó al encuentro
«para dejarme sorprender» y que el domingo por la tarde llegó a su casa
convencido de que su pertenencia a MAG+S «no es algo para vivir solo a nivel
espiritual y personal», sino «también en el ámbito profesional: Estoy haciendo
un máster de abogacía. Ahí es donde procuro dar, amar, servir. Trato de vivir
con alegría, ser valiente, no esconderme y de ayudar en los momentos que más se
necesita».
Los participantes
también fueron testigos de 20 talleres testimonios o presenciaron un coloquio
entre un jesuita y una madre de familia, que hablaron de cómo ser cristiano en
el siglo XXI y tras el que «hubo un tiempo de reflexión para que todos pensaran
sobre su propia vocación o cómo pueden profundizar en su vida cristiana». El
encuentro también incluyó un concierto de música cristiana el sábado por la
noche en la sala Galileo Galilei y una multitudinaria Misa en el colegio
Recuerdo en la que participaron cerca de 700 personas. Los jóvenes de toda
España se despidieron y se emplazaron para dentro de tres años para el segundo
macroencuentro MAG+S.
José
Calderero de Aldecoa @jcalderero
Fecha de Publicación: 14 de Marzo de 2019