El jesuita
norteamericano James Martin ha abierto el debate en el seno de la Iglesia
Católica sobre la relación con la comunidad LGTBI a través de su último libro Bulding
a Bridge. Una profunda reflexión donde aboga por tender un
puente entre ambas, abriéndose a unas nuevas relaciones de respeto, compasión y
sensibilidad (desarrollando lo que se plantea en el número 2358 del catecismo).
El libro publicado en Estados Unidos llega a España de la mano del Grupo de
Comunicación Loyola, bajo el sello de Mensajero, con el título Tender un puente. Cómo la Iglesia Católica y la
comunidad LGBTI pueden entablar una relación de respeto, compasión y
sensibilidad.
A día de
hoy, y gracias al compromiso de las CVX, que está organizando estos encuentros,
la publicación se ha convertido en una oportunidad para abrir ese diálogo en
los centros de la Compañía de Jesús. El más reciente, el de Zaragoza, que
abarrotó el Centro Pignatelli. Antes estuvo en Sevilla, en el Centro Arrupe; en
Bilbao, en Arrupe Etxea; en Barcelona, en Casal Loiola. “Un acto entrañable y
lleno de consolación, donde se realizó en síntesis lo que los Centros
Fe-Cultura-Justicia pueden ofrecer a nuestra sociedad como lugar de encuentro
de estas tres dimensiones. Un acto, a la vez profético y libre, de la mano de
James Martin, para tender ese difícil puente de respeto, compasión y
sensibilidad entre la Iglesia institucional y la Comunidad católica LGBTI”,
escribía José Luis Saborido, director del centro zaragozano.
En todos
los actos, el testimonio ha enriquecido el diálogo, mostrando posibles caminos
para el encuentro. La experiencia vital como miembro de la Comunidad Cristiana
de Diversidad Sexual y de Género, Crismhon, de Luis Mariano González, ha estado
presente en Bilbao y Zaragoza. “Es muy importante estar fuera del "armario
eclesial". De este modo, los jóvenes que sean LGTBI, podrán socializar y
tener referencias de normalidad en las propias comunidades”, dice desde un
compromiso eclesial firme. “Será un trabajo lento, pero será fructífero. La
Iglesia Católica, para evangelizar el mundo LGTBI, necesita de nosotras/os/es como
“apóstoles del arcoíris”.
De gran
valor ha sido el testimonio de los padres con hijos o hijas LGBT, para ellos
secundario porque los protagonistas de esta historia son ellos, “nuestros
hijos”, y las personas LGBT en general. Así lo expresaba Marisol Ortiz, miembro
de CVX Barcelona, cofundadora de Acollin (Acogemos) y miembro de AMPGYL
(Asociación de Madres y Padres de Gays y Lesbianas). “Nuestro papel es acogida
y acompañamiento para que cada persona se desarrolle plenamente tal cual es”, explica.
“Los padres con hijos LGBT hemos construido este puente de respeto, compasión y
sensibilidad desde el corazón y damos testimonio de que realmente vale la
pena”. Otros han compartido su visión: Juan V. Fernández de la Gala, de la
comunidad Ichthys (cristianos LGTBH de Sevilla); Enric Vila, teólogo, en
Barcelona.
La
ausencia del autor se ha tratado de resolver con la emisión de un vídeo de 3 minutos en el que resume su deseo
de intentar trazar con audacia y respeto los caminos que pueden acercar a las
dos partes, la iglesia institucional y la comunidad LGTBI, separadas por un
gran abismo. Desde la premisa de que la obra del Evangelio no puede realizarse
si una parte de la iglesia está esencialmente separada de cualquier otra parte,
el jesuita James Martin descubre en las propias palabras del catecismo de la
Iglesia Católica los ingredientes necesarios para establecer las relaciones
deseables para él: Respeto, compasión y sensibilidad.