Quiero
compartir con toda la CVX, cuál ha sido mi mayor experiencia de vida en estos
últimos años y, ha sido la de haber podido realizar los EE completos de mes. Mi
experiencia ha sido la de experimentar el oficio de consolar de Cristo. Y para
ello he de remontarme a cómo empecé. Venía fatigado, cansado, roto por dentro,
angustiado, con poca esperanza, y además, en una situación vital de mucho dolor
mantenida en el tiempo. Y ahí estaba Él, haciéndome vivir ya desde aquel primer
momento la Resurrección sin saberlo yo, con una presencia continua en ese
dolor, sosteniéndome y trabajándome. Trabajándome con la precisión de un
cirujano, haciéndome primero una incisión en el mundo de mis deseos, para que
fuera siendo consciente de las dinámicas que estaban operando en mí y
purificarlas, y así quitar cualquier impedimento posterior a mi libertad; y
luego, haciendo otra incisión aún más profunda, para ir configurando en mi sensibilidad
un modo de ser y estar, el suyo.
Hoy
no soy ya el mismo que empezó hace tres años. Ha habido cambios a través de la
transformación operada en mí mediante las insinuaciones recogidas en esa
reforma de vida surgida a la luz de estos EE. Son parte de los efectos de la
Resurrección. Una reforma que es realmente para toda la vida.
Os
los recomiendo, pues el Señor nos va trabajando internamente, paso a paso, a su
ritmo y adaptándose a los nuestros.
Un
abrazo ante el Señor resucitado,
Tomás
Undabeytía, CVX-Sevilla