Dia 3: visitando San Miguel, la parroquia que fundó el Papa Francisco

Visita a la parroquia de San José en el barrio pobre de San Miguel. Donde había un gallinero, el Papa Francisco construye la parroquia como plataforma misionera para todo el barrio.

Comenzamos un día muy importante de la asamblea. "Vamos a salir de nuestro palacio de invierno para ir al frío del barrio pobre de San Miguel y el calor de los hogares que van a acogernos", dice Rafa, jesuita párroco de San Miguel.

Es una parroquia grande y hacemos todo el día una experiencia de encuentro con el pueblo de Dios que vive en este segundo cono del gran Buenos Aires. Su población es casi 100% inmigrantes del interior de Argentina y otros países de LATAM. Es clase trabajadora, muchos en trabajos informales. Se sufre la exclusión. Vamos a visitar en pequeñitos grupos a muchísimas familias que nos van a acoger y compartir sus preocupaciones y esperanzas. Esta parroquia fue fundada por el Papa Francisco hace 35 años.

Vamos a una parroquia que trata de vivir el paradigma de parroquia ignaciana: comunidad de comunidades de fe, misioneras, solidarias, fraternas y celebrativas. La parroquia tiene 2 centros sociales de apoyo a infancia y familias, que también vamos a conocer. Se trata no de una visita superficial sino de un auténtico encuentro de compartir nuestra fe y vida. No vamos sólo a recibir sino también a dar.

Cada pequeño grupo es guiado por el barrio por un voluntario de la parroquia -en la parroquia hay ya una pujante CVX-. Somos 20 grupos entrando al corazón del barrio y la parroquia. Es una experiencia de conocimiento interno de una comunidad de los conos marginados de Buenos Aires.

Se plantea toda la experiencia como una contemplación viva: ver las personas, oír lo que dicen, ver lo que hacen, para conocer su más profunda realidad y dejarnos afectar por ella personalmente y como Asamblea.

Todo el día de inserción en la pobreza -barrios sin asfalto, sin cloacas, con casas autoconstruidas, luchando por tener dinero para pagar la electricidad, sin gas, con un pésimo transporte público. Es una experiencia de encuentro con Cristo Vivo y crucificado.