“CVX, 50 años de hombres y mujeres para los demás” artículo publicado en la Revista de la Diócesis de Salamanca
Hace
poco más de 50 años, exactamente en octubre de 1967, en el marco de la 4ª
Asamblea de la Federación Mundial de las
Congregaciones Marianas celebrada en Roma, se aprobaron los Principios
Generales de nuestra comunidad y se adoptó el nombre de Comunidad de Vida Cristiana-CVX. Y con motivo de estos 50 años
estamos celebrando un Jubileo, es decir, un año de gracia (Lc. 4, 19), una
oportunidad para alimentar la fe y renovar el compromiso de ser testigos de
Cristo. Un Jubileo que comenzamos a celebrar el pasado mes de octubre y que nos
llevará hasta nuestra próxima Asamblea
Mundial, que tendrá lugar del 22 al
31 de julio en Buenos Aires (Argentina), con el lema “CVX, un regalo para
la Iglesia y para el mundo”.
Estos
50 años nos sirven para volver la vista atrás, y no podemos hacerlo sino desde
el agradecimiento y sobre todo queremos que sirva para celebrar y compartir la
alegría de haber descubierto nuestro modo de ser y sentir en la Iglesia, desde
el que queremos construir Reino de Dios.
Esta
fecha es la ocasión perfecta para recordar el camino recorrido y celebrar que
el Señor se haya dejado encontrar cada vez que le hemos buscado. Pertenece al
estilo de vida que hemos aprendido de San
Ignacio de Loyola este “buscar y hallar a Dios en todas las cosas”. Pero no
solo celebramos que le buscamos y encontramos, sino también el modo y manera en
que esa experiencia articula nuestro modo de vivir. Participamos activamente en
los sacramentos, presentamos al Señor cada día nuestras luces y sombras y el
deseo profundo de seguirle, siendo conscientes del aquí y el ahora, de los
retos a los que cada día nos enfrentamos. Esta experiencia de encuentro con
Dios nos empuja a llegar a aquellos lugares o ámbitos interiores donde parece
que el Señor no puede habitar. Vivimos y queremos vivir por y para los demás,
ayudando a que también otros le descubran en su día a día. Y todo ello
permaneciendo como laicos, respondiendo a las demandas de nuestras familias,
trabajos y amigos, siendo fieles al Señor en el momento vital que nos
corresponde: en búsqueda de trabajo o en estabilidad laboral, formando una
familia o habiéndola formado, en camino hacia un compromiso adulto o viéndolo
ya, porque la vocación se construye a lo largo de toda la vida.
En
estos 50 años nuestras llamadas han ido cambiando, al ritmo con el que cambia
el mundo en el que vivimos. En el momento actual nuestra misión se ha fijado
algunas prioridades. En primer lugar, el trabajo
con los jóvenes, ofreciéndoles herramientas para que construyan su proyecto
de vida a la luz del Evangelio. Les acompañamos en su transición a la vida
adulta, especialmente en el discernimiento
de lo que el Señor les pide para encontrar su lugar en el mundo. También
queremos estar al lado de los más
vulnerables porque estamos comprometidos en trabajar para cambiar las
estructuras que tienden a perpetuar situaciones de pobreza y exclusión. En
especial, la acogida al inmigrante
es el reto que llevamos ahora en el corazón. Asimismo, también queremos cuidar la familia, cualquiera que sea
su configuración, pues somos plenamente conscientes de la importancia clave que
tiene la familia para la conformación de cada sociedad y de la misma humanidad.
La ecología es otra de las llamadas
a la que tratamos de dar respuesta, pues debemos cuidar la casa común, sin
olvidar la sociopolítica, ya que,
como cristianos, nos sentimos llamados a participar de manera activa en la vida
pública y por eso entendemos la política en sentido amplio, estando en las
estructuras que ayudan a construir un mundo mejor, y en todo ello “amar y
servir” al modo ignaciano.
Como
dice el Salmo “el Señor ha estado grande
con nosotros y estamos alegres”. Este es el júbilo que queremos compartir
con toda la Diócesis, la alegría que, al volver la vista atrás, se convierte en
un impulso para llevar la Buena Noticia hasta los confines del mundo.
Artículo
publicado en el número 693 de la Revista Comunidad de la Diócesis de Salamanca:
http://www.diocesisdesalamanca.com/noticias/el-senor-ha-estado-grande-con-nosotros-y-estamos-alegres-cvx-50-anos-de-hombres-y-mujeres-para-los-demas/