Comunicado de CVX en Donostia referente a la situación del pueblo nicaragüense

La Comunidad de Vida Cristiana en Donostia-San Sebastián, conocedora de la situación que está sufriendo el pueblo de Nicaragua, quiere manifestar su repulsa a la falta de libertad y represión que el Gobierno de Daniel Ortega está llevando a cabo desde el 18 de abril de 2018.

La reforma del sistema de jubilaciones que se promulgó el 16 de abril fue el detonante que hizo que el pueblo saliera a manifestarse en contra de esta medida, que no hace sino empobrecer aún más a la inmensa mayoría de los nicaragüenses. El malestar viene de lejos con los casos de fraude electoral, corrupción, malversación de fondos, represión de manifestaciones, expropiación forzosa de tierras para la presunta construcción del Canal Interoceánico, presión y trabas para las organizaciones nicaragüenses de defensa de los Derechos Humanos, encubrimiento y complicidad policial ante feminicidios, así como amenazas y coerciones a las personas que muestren una postura contraria al F.S.L.N. (Frente Sandinista de Liberación Nacional).

La mencionada reforma legal y la falta de actuación del gobierno ante el incendio de la Reserva Natural “Indio Maíz”, hicieron que una gran parte de la ciudadanía saliera a las calles a protestar de forma pacífica el 18 de abril.

Esta protesta fue brutalmente reprimida por parte de la Policía Nacional y la Juventud Sandinista - o Juventud Presidente -, fuerza paramilitar afín al gobierno. Como consecuencia de la actuación policial hubo muertes, encarcelamientos indiscriminados y muchos heridos, que se encontraron con la imposibilidad de ser atendidos en algunos de los hospitales públicos.

A partir de entonces, la protesta ha ido más allá y ya no tiene como objetivo la anulación de la reforma, que el matrimonio Ortega - Murillo, presidente y vicepresidenta del país respectivamente, ya ha anulado. La gente ha comenzado a exigir en las calles de forma pacífica su derecho a manifestarse y su derecho a la libertad, denuncia la represión que el gobierno estaba llevando a cabo contra el pueblo y exige que Ortega y Murillo abandonen el poder.

La pareja presidencial censuró los medios de comunicación independientes, que estaban dando información real de lo que estaba pasando en el país centroamericano; incluso, prohibió el acceso de medios internacionales, cuya fuente de información eran los vídeos transmitidos por Facebook, y los que la gente grababa y compartía por Whatsapp.

Después de varias semanas, con momentos de aparente calma, llegó al país la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. La valoración de esta comisión fue que se han provocado "graves violaciones de los derechos humanos" por "un uso excesivo" por parte de la fuerza pública así como de terceros armados para reprimir las protestas.

Sin embargo, la violencia continúa: el 30 de mayo, Día de la Madre Nicaragüense, se había convocado en Managua otra marcha para reivindicar de nuevo el derecho a la libertad y, especialmente, para mostrar su apoyo a las madres de las personas asesinadas desde el 18 de abril. Cuando esta manifestación estaba llegando a su fin en las inmediaciones de la Universidad Centroamericana de los jesuitas (U.C.A.), furgones policiales y grupos de la JS comenzaron a atacar a la gente indefensa, ante lo que las personas de seguridad de la universidad abrieron sus puertas para que la gente pudiera protegerse.

Por si fuera poco, el 3 de junio se vieron avionetas sobrevolando la ciudad de Masaya (a 20 kilómetros de Managua) que arrojaban un producto blanco de olor putrefacto. Como consecuencia de esto, varios habitantes presentaron reacciones como intoxicación, vómito o escozor en los ojos, entre otros.

Ya son, incluidas menores de edad, cerca de 100 las personas fallecidas. Además, hay varias personas - como líderes estudiantiles universitarios, personas religiosas o líderes de organizaciones de la sociedad civil -, que están siendo amenazadas por el Gobierno Ortega- Murillo.

Ante esta injusta y sufriente situación, los miembros de la Comunidad de Vida Cristiana en Donostia, nos queremos hacer eco del testimonio que nos llega de nuestros hermanos y hermanas de Nicaragua y, en solidaridad con ellos y ellas,
  • expresamos nuestra solidaridad con todas las víctimas del pueblo nicaragüense ante los hechos vividos en las últimas semanas,
  • pedimos al gobierno y distintas administraciones públicas de Euskadi y España para que tomen en consideración los hechos denunciados en las relaciones que pudieran mantener con instituciones gubernamentales nicaragüenses,
  • nos sumamos al llamamiento a la Comunidad Internacional para que acompañe la situación del país a fin de salvaguardar los Derechos Humanos y la verdad de los acontecimientos,
  • apoyamos la labor de mediación que ejerce la Iglesia nicaragüense y
  • animamos a participar en la campaña internacional promovida por los centros sociales de entrega de cartas a la Embajada de Nicaragua en España.

En Donostia- San Sebastián a 15 de junio de 2018.