La
segunda edición de la Pascua Melilla-Nador ha tenido lugar del 29 de marzo al 1
de abril de 2018. Un grupo de 30 jóvenes adultos diverso en cuanto a su
procedencia y ámbito (centros sociales, colegios, universidades, profesionales,
pastoral, CVX, MAG+S,...). De hecho, la experiencia está pensada para
jóvenes-adultos de 25 a 35 años que tengan un doble perfil pastoral-social, con
experiencia de oración, gente de nuestros ámbitos que tengan una sensibilidad
para vivir su fe desde esta doble dimensión y que participen en nuestros
centros de pastoral, educativos y sociales dinamizando a otros. Asimismo, se
incorpora un grupo de jóvenes religiosos y religiosas en formación, incluidos
jesuitas.
El lema
de la Pascua fue: "Maestro, ¿dónde vives?" Una pregunta que pretendía ser
invitación al seguimiento de Jesús y al deseo de acompañarle, situándonos al
lado de las personas que caminan hoy con él: las que sirven, las que sufren,
las que esperan.
Con
deseo de encontrar al Jesús en el rostro y en los gestos de las personas que
sirven en una realidad concreta, a la que nos acercamos desde el respeto y la
humildad para vivir en comunidad el misterio de la fe.
Descubriremos
a Jesús en el relato de las personas que migran y viven en tránsito,
reconociendo en ellas la humanidad compartida y sintiéndonos más cerca de un
Dios que también se convierte en migrante.
Sentimos
la llamada a ser personas que viven en la espera, sabiendo que el impulso que
moviliza nuestra vida llegará para invitarnos a seguir en el camino de la fe y
la justicia.
La
Pascua fue un tiempo para hacer resonar en nuestro interior esta pregunta:
"Maestro, ¿dónde vives?"
En la
Pascua de Melilla se van tejiendo historias de vida y se crea comunidad, con la
ilusión de que esta experiencia para jóvenes nos empuje a:
- Hacer
camino y dejarse acoger. Vivir la Pascua lejos de casa, en un lugar de
frontera, de tránsito para tantos hombres y mujeres que anhelan un futuro.
- Crear
una comunidad que comparte la vida sencilla, la oración y celebración.
- Cambiar
de perspectiva. Dejar a un lado todo lo que nos ocupa en el día a día, levantar
la mirada y abrir los ojos para encontrarnos con Jesús. Vivir con él, repetir
sus gestos y mirar el mundo desde dónde él lo mira.
- Acompañar
a Jesús en el camino a la cruz, descubriendo un amor que va más allá de
cualquier límite, de cualquier frontera.
- Re-encontrarnos
con el misterio de la Vida. Reconocerlo cerca y escuchar su invitación a vivir
siempre en la esperanza y desde el amor que se entrega, conociendo de primera
mano la realidad sufriente que viven tantos hermanos y hermanas.
- Volver
a casa y desear seguir caminando.
El
equipo que organiza la Pascua tiene una clara vocación de misión compartida e
intercongregacionalidad desde sus orígenes. Religiosas de María Inmaculada,
laicos y laicas, y jesuitas que refuerzan una mirada conjunta desde la realidad
de Frontera.
Publicado
en InfoSJ: https://infosj.es/noticias-sj/7100-pascua-melilla-nador-2018-maestro-donde-vives