Sevilla,
25 de febrero de 2018
Este
año el retiro de Cuaresma de CVX se ha centrado en el Perdón y la
Reconciliación, como parte de otras iniciativas como el Rincón del perdón o de
la próxima conferencia El difícil perdón. Se ha ampliado a personas
relacionadas con el Centro Arrupe y consistió en una peregrinación desde
Almonte a la aldea del Rocío de unos 11 km.
Empezamos
estableciendo una red de vínculos personales (con un ovillo) entre los casi 30
asistentes, que algunos no nos conocíamos previamente, y que comenzó desde el
momento que nos encontramos a las 9:30 y durante el viaje en coche hasta la
Venta La Piedra, donde cada uno se presentó y expuso sus expectativas de la
jornada. En las mochilas llevábamos una bebida, un bocadillo, algo para
compartir… y nuestra historia personal. La más voluminosa era la mochila de
Marcelino, de la que fue extrayendo el material de reflexión durante todo el
camino, a modo de mago que saca una paloma tras otra de la chistera…
En
un precioso día, el camino se dividió en etapas donde hicimos examen de las
distintas fases del proceso emocional del perdón y de nuestras vidas. Desde la
identificación de la ofensa y su penitencia, hasta perdonarse, pedir perdón y
perdonar para avanzar nuestro camino y, finalmente, buscar la reconciliación.
Nos
hicimos conscientes de nuestras heridas y que para superarlas hemos de luchar
por lo que podemos cambiar y aceptar lo que nos desborda, que perdonando nos
liberamos y que para buscar la reconciliación hay que recordar lo que nos une y
olvidar lo que nos separa, aunque no siempre se pueda reanudar la relación.
Para
este proceso nos apoyamos en un objeto que representaba la ofensa y llevamos
durante el camino, así como de unas macetas donde dibujamos situaciones
dolorosas y con la que rompimos. Al final del camino, se trataba de completar
el proceso deshaciéndose de la ofensa y reparando los tiestos rotos.
Casi
a las 18:00 llegamos a la meta de la Ermita del Rocío, donde José Yruela
concelebró la misa rociera con otro jesuita a petición de la Hermandad de
Torremolinos, que hacia su peregrinación anual.
Durante
este camino, compartimos unos aperitivos estupendos, disfrutamos de nuestros
bocadillos, vimos cómo se recogían las fresas, nos ensuciamos de arena del
camino y nos miramos a través de un espejo.
Saber
leer nuestras vidas como historia y nuestros pasos como camino a una meta, le
da sentido a lo que podemos hacer. Jesús nos enseña que la clave es el Amor,
poniendo una mirada generosa en nosotros mismo y en los demás.
Publicado en el blog de
CVX Sevilla: http://cvxsevilla.blogspot.com.es/2018/02/peregrinos-hacia-elperdon-esteano-el.html