El pasado 4 de febrero comenzamos la primera de las cuatro sesiones que tenemos programadas del Reloj de la Familia en Valladolid. Nos reunimos en la Residencia Marista con seis matrimonios, tres de ellos pertenecientes a CVX y con gran alegría dos de ellos vinieron de nuestra vecina comunidad CVX Salamanca. Las parejas prácticamente no se conocían, por lo que el primer café de bienvenida sirvió para romper el hielo y comenzar a conocerse. El grupo poco a poco fue metiéndose en la dinámica y de lleno en el proceso. La calidad del método ayuda, nos da mucha confianza a los “relojeros”, que como muy bien dice Fernando Vidal en su libro, somos familias acompañando familias. Se nota que nace de la experiencia de familias de espiritualidad ignaciana, por lo que nos resulta relativamente más fácil poder transmitirlo por ser algo que de alguna manera lo llevamos en nuestro ADN, y al igual que nos ayudó a nosotros, vemos cómo también ayuda de forma concreta a cada uno de los participantes. Algo que también valoramos del Reloj de la Familia es que cada uno, cada pareja se mete y profundiza en la medida que desee, quiera o necesite profundizar, todo ello desde el absoluto respeto a lo que viven y comunican los participantes. La evaluación después del segundo tiempo, La Gratitud, fue realmente un momento de hondo y sincero compartir, de hablar desde el corazón, y con una sensación por nuestra parte de estar contemplando “lugar sagrado”.Acabamos algo cansados después de la intensidad del día, pero muy contentos del regalo que se nos ofrece desde la Comunidad ¡Una gozada!
Carlos de la Fuente y Maribel Alejandre. CVX Valladolid.