Queridos
amigos:
Os
escribimos un breve mensaje sobre el Proyecto Diakonía que en CVX-E estamos impulsando
desde hace unos meses y que entra ahora en una fase decisiva.
El
Papa Francisco llama a la Iglesia a ser una Iglesia en salida: […] Cada cristiano
y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos
somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse
a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio. […]
Este
atrevimiento apostólico, al que somos invitados, vamos asumiéndolo en CVX-E
paso a paso. En primer lugar con nuestro compromiso personal en el día a día de
nuestra vida familiar, laboral, social, eclesial, que es tan diverso y tan
profético en la mayoría de nuestros compañeros; en segundo lugar en nuestra
colaboración con tantas instituciones, principalmente con la Compañía de Jesús,
que se benefician de nuestra aportación personal siendo luz y sal del Evangelio
para ellos, y ahora, como novedad, en el Proyecto Diakonía, que tiene el
objetivo de discernir y concretar qué nuevos modos de proceder y qué recursos y
liderazgos comunitarios necesitamos para realizar una Misión Institucional
liderada y sostenida responsablemente por nuestra CVX-E.
Para
llevar adelante la Misión Institucional de la CVX en España hemos de corresponsabilizarnos
abiertamente de su diseño, de su implementación, del envío de personas, del
liderazgo necesario que se deposita en la comunidad pero que requiere del
servicio de personas concretas a las que deleguemos y que asuman nuestro
encargo, de su sostenimiento económico, de su evaluación:
Aplicando
nuestro modo propio de proceder, que es el DEAE, no sólo en nuestro grupos y
comunidades locales sino también en las territoriales, equipos apostólicos y en
el conjunto de la CVX-E.
Dejándonos
iluminar, al aplicar el DEAE, por las Dimensiones de la Misión: Acompañar y
servir a las personas; Reflexionar sobre las causas de la injusticia (ausencia
de Reino en la realidad); Sensibilizar a la sociedad sobre la situación;
Incidir para el cambio de las estructuras que generan esa ausencia.
Esta
Misión Institucional CVX-E en la que de uno u otro modo todos estamos ya y
estaremos cada vez más implicados, debe llegar a la incidencia o al menos al testimonio
evangélico profético para ser verdaderamente transformadora de la sociedad y de
la Iglesia, porque de verdad sea la Misión de nuestro Señor, Jesús de Nazaret,
que pasó haciendo el bien y se entregó al máximo ayer, hoy y por siempre.
Somos
sus colaboradores en su empeño de mostrar la Misericordia de Dios a un Mundo
roto.
Esta
necesidad de hacernos corresponsables de nuestra Misión Institucional nos exige
hoy y especialmente en este momento donde el proceso pide la participación
activa de todos y todas, una atención especial a los procesos comunitarios que
hemos de desarrollar y que, desde el Consejo y con la imprescindible ayuda del
Equipo para Diakonía, estamos proponiéndoos.
Entendemos
que, debido a la importancia del momento, cada miembro de nuestra comunidad
CVX-E debe abrirse a esta llamada personalmente y disponerseal trabajo común a
fin de que podamos alcanzar la sintonía afectiva y efectiva que precisamos para
ir avanzando y dando los pasos necesarios para responder a los retos mediante
los modos apostólicos a los que veamos que el Señor nos invita.
Queremos
que todas las personas que participamos en CVX-E escuchemos esta petición y
abramos el corazón aportando lo que el Señor nos muestre para que nuestra
respuesta conjunta a las necesidades que la realidad nos plantea sea puesta en
práctica por el conjunto, con el respaldo y apoyo de quienes somos la CVX-E y
no desde la iniciativa de un reducido grupo dentro de la comunidad.
Os
pedimos especialmente a quienes tenéis cargos de responsabilidad en comunidades
locales que os preocupéis por hacer llegar este llamamiento a cada persona de
la comunidad, haciendo un especial esfuerzo por acercárselo y hacérselo
comprensible a quienes les puedan resultar más lejanas estas dinámicas comunitarias
que amplían nuestro horizonte local y cotidiano.
¡Participad,
animémonos mutuamente a esforzarnos en dar respuestas, avancemos en la
corresponsabilidad!
De
esta forma daremos también una respuesta coherente a la intuición de nuestra
próxima Asamblea Mundial que propone a la CVX como un regalo para el mundo.
¿Qué aportaré yo para este regalo?
Abrámonos
a la voluntad del Señor. Es un tiempo de oración, de compartir el discernimiento
y de buscar y hallar modos y formas de llevar adelante nuestra Misión Institucional.
¡Juntos
podremos hacerlo!
Un
abrazo en el Señor que nos convoca.
El
Consejo de CVX en España