“Las tres personas
divinas miraban toda la planicie o redondez de todo el mundo llena de
hombres,…” “las personas, las unas y las otras; y primero las de la haz de la
tierra, en tanta diversidad, así en trajes como en gestos: unos blancos y otros
negros, unos en paz y otros en guerra, unos llorando y otros riendo, unos
sanos, otros enfermos, unos naciendo y otros muriendo, etc…”
Tras
la última Asamblea Mundial, el Consejo de CVX en España me pidió ser enlace con
Europa. Allá, en Beirut, había podido conocer a miembros de las Comunidades
europeas, tan diferentes entre ellos y con realidades y preocupaciones muy
distintas. Pero poco sabía de lo que significaba ser Eurolink.
Comencé
a pensar y a leer sobre lo que había sido hasta entonces CVX Europa. Y acepté
el reto, confiada en que, siendo tanto lo que desconocía, el Señor me llevaría
de su mano por esta Europa, tierra que fue de mirada amplia y corazón grande,
de pueblos hermanos y fronteras abiertas, de derechos ciudadanos y democracias
eternas que queremos recuperar.
Aquel
otoño acudí a la Asamblea de CVX Europa, que se celebraba en un pequeño pueblo
cerca de Munich, en plena Centroeuropa. Lo que más me impresionó fue la gran
diversidad de rostros, procedencias, idiomas, historias personales, recorridos,…
Conocí la pasión de los italianos y portugueses, la juventud de polacos y
eslovenos, la hondura de franceses y belgas,… tantos colores y matices para una
misma misión compartida. Al mismo tiempo reconocí la dificultad y el reto que
supondría encontrar un mismo lenguaje y modo de hacer.
Mi
misión como Eurolink desde aquel otoño de 2013 fue crear puentes entre
diversos, entre nuestra comunidad y las comunidades en Francia, en Italia, en
Portugal, en Suiza, en Polonia, en Eslovenia,… crear puentes y redes para la
misión. Muchos me ayudaron, desde el Consejo, los Equipos Apostólicos, desde mi
Comunidad Local… Inicialmente nuestra labor se centró en fortalecer la Red de
Migraciones, junto con el nuevo Euroteam, pero CVX en Europa ha ido también
profundizando en la misión con los jóvenes, en la familia,…
Como
Comunidad de Vida Cristiana en Europa, reconocemos nuestra diversidad y la
celebramos como una fuente de riqueza y progreso, y no somos ajenos a ello.
Formamos parte de esa compleja realidad, diversa en lenguas y orígenes, en
culturas y formas de vida.
Agradecemos
compartir fe y misión con tantos miembros de CVX europeos que, con nosotros y
como nosotros, desean ser comunidad profética que anuncie con su estilo de vida
y su trabajo apostólico una Europa más justa, más humana, más solidaria y
abierta.
Personalmente,
me siento muy agradecida por haber visto y oido tanto evangelio en tantas
personas y comunidades. Me siento muy esperanzada ante una comunidad que desea
habitar las fronteras de Europa.
Desde
hace unas semanas una nueva Eurolink, Sara Palacio, de CVX en Pamplona,
liderará esta misión. Gracias de corazón, Sara, por continuar lo que otros
empezaron, y que yo, mínimamente he intentado.
Te
quiero, Europa. Te quiero, CVX en Europa.
Adelaida
La Casta
CVX en Donosti