Durante los días 10, 11 y 12 de febrero se celebró en
Madrid el VI Encuentro del MJM (Equipo
Misión Joven-Migraciones) de CVX España, donde hemos participado 30
miembros de nuestras comunidades para orar, reflexionar, compartir y discernir.
El objetivo es avanzar en cómo transmitir y llevar al día a día los medios que
el Señor nos ha dado con el objetivo de crear redes que den soporte al trabajo
con jóvenes y migrantes.
Iniciamos el encuentro el viernes por la
noche, después de la cena, a través de una dinámica conjunta de los dos equipos,
llevada por María y Carles, en la que a través de las miradas y del tacto
íbamos descubriendo en el otro la presencia de Dios. Poco a poco la unión de
ánimos y el ser amigos en el Señor nos fue llevando a ser una única comunidad
reunida en Madrid poniéndonos en presencia de Dios y viendo qué misión tenía
para cada uno de nosotros. Fue una dinámica muy profunda, donde el Señor se
hizo presente a través de nuestros sentimientos, básicamente de esperanzas
puestas en el encuentro.
La mañana del sábado la iniciamos con un
momento de oración comunitaria preparada por el Equipo de Migraciones y
acompañada por Rocío, donde el centro fue el relato de Emaús. El evangelio nos
ayudó a distinguir, identificar, explorar, agradecer, admitir, aceptar y
reconocer a Jesús en los migrantes y en los jóvenes. Las imágenes nos
iluminaron y alentaron en este espacio de oración matinal. El resto de la
mañana estuvimos trabajando los dos equipos por separado.
El Equipo de Migraciones estuvo compartiendo
en qué acciones concretas se desarrolla la misión en cada comunidad. El método
para hacer la revisión del mapa de misiones fue a través de una dinámica “quién
es quién” en el que, divididos en grupos, con un mapa y las pistas, cada grupo
tenía que relacionar las actividades en el ámbito de las migraciones con cada
comunidad local. Fue divertido a la vez que descubríamos la cantidad de vida
que había en todas las CVX. Seguimos compartiendo por territoriales las
inquietudes, aspectos claves y el papel de los enlaces, recogiendo en unos
paneles luces, sombras y retos a los que nos enfrentamos. Descubrimos que en
todo lo compartido se hace posible el lema de reconocer a Jesús en el otro, la
alegría e ilusión en las luces, y que todavía hay espacios donde sentimos la
llamada a través de los retos. En el sentir de compartir, escuchamos la
experiencia concreta de la comunidad de Jerez, en el acompañamiento que
realizan en el CIE de Tarifa. Nos sorprendió y emocionó la carta de Pilar, la
persona enviada desde la comunidad que no pudo ir al encuentro, pero a la que
nos unimos a través de su testimonio.
Por su parte el Equipo de Misión Joven dedicó
la mañana del sábado a retomar el trabajo realizado en el anterior encuentro y
que, a lo largo del año, hemos ido madurando como Equipo. Lo iniciamos con una
dinámica en la que pasando por diferentes colores de sombreros que hacían
referencia a las emociones (rojo), al pensamiento creativo (verde), a
pensamientos positivos (amarillo) a los miedos (negro) y a los datos objetivos
(blanco). Aterrizamos intentando descubrir y sentir los campos y tareas de
misión a los que siento que mi comunidad es llamada. Seguidamente realizamos un
rato de oración poniéndonos en su presencia y pidiendo que nos hiciera ver y
sentir los lugares y personas en los que me quiere a mí y a la comunidad para
llevar adelante su misión. El texto evangélico de Mt. 28, 16-20, sobre la
misión, y el de Jn. 13, 1-15, del lavatorio de pies de Jesús, nos ayudaron en
la oración. Fue un momento intenso dónde se nos invitaba a ver, oír y sentir
cómo Dios renueva nuestra misión continuamente. Después compartimos
conjuntamente con los enlaces el fruto de la oración (aspectos en los que he
vibrado, sentido más profundamente, aquellos que me han hecho sentir debilidad
y miedo…) Desde el Equipo os queremos hacer llegar nuestra gratitud por la vida
compartida.
El momento del mediodía también fue
significativo ya que como siempre aprovechamos para charlar y comentar la vida
de nuestras comunidades, así como nuestra misión.
Después de un rato de descanso iniciamos la
tarde, los dos equipos juntos, con una dinámica liderada por Íñigo, miembro del
Equipo de formación, dónde el objetivo era cómo trabajar el acompañamiento a
los enlaces y de estos las comunidades, facilitando herramientas personales y
comunitarias.
Terminamos la tarde preparando todos juntos,
es decir, los dos equipos, la Eucaristía presidida por nuestro nuevo Asistente
Nacional, José Yruela sj. Fue una celebración muy intensa y de crecimiento
personal y comunitario donde compartimos vivencias e inquietudes vividas por
los dos equipos a lo largo del día.
Después de cenar, y en un clima de alegría y
fiesta, Silvia y Leticia nos hicieron disfrutar con una increíble velada en
forma de juego. Verdaderamente fue un gran momento para compartir también
nuestra alegría; un buen regalo para irnos a dormir.
El domingo por la mañana, después de la
oración preparada por el Equipo de Misión Joven y guiada por Jesús, en la que
se nos invitaba a través del evangelio de Juan sobre la aparición de Jesús a los
discípulos en el lago Tiberíades, a reconocer a Jesús en el otro, lo dedicamos
a trabajar otra vez por equipos.
El Equipo de Misión Joven iniciamos la mañana
comentando con los enlaces cómo van viviendo el día a día en sus comunidades y
sus sensaciones y mociones. También dimos la bienvenida a Itziar, como enlace
de Valencia, y a Pedro, de la comunidad Padre Arrupe de Madrid. Después
comentamos la experiencia del segundo encuentro de jóvenes adultos celebrado en
Madrid en noviembre y del que Pedro Dueñas, como participante, nos transmitió
sus mociones. Seguidamente Jesús explicó la organización de la Pascua 2017 en
Salamanca, en la que el Equipo participa y colabora en su preparación. Este año
alguno de los enlaces también formará parte de la comisión preparatoria. Al
acabar Noelia nos compartió su experiencia de misión compartida en su
participación en el MAG+S y las JMJ que se celebraron en verano en Polonia.
Otro de los puntos importantes que trabajamos
en la mañana fue la asamblea de pastoral Magis que tuvo lugar en diciembre en
Madrid. Leticia y Carles comentaron cómo va a estructurarse la Pastoral Magis,
de la cual formamos parte, y cómo la Compañía quiere ofrecer a los jóvenes
universitarios y profesionales un modo de mirar la realidad y vivir la vida de
un modo diferente, desde ese “más” que movilizó a San Ignacio.
Y finalmente Carles puso sobre la mesa todo
lo vivido a lo largo de la mañana y fue concretando qué contenidos esenciales
debería tener un proceso de acogida e iniciación, qué tipo de experiencias o
vivencias serían las más adecuadas en este proceso, qué deberíamos hacer como
comunidad para acompañar este proceso y, finalmente, qué metodología sería
bueno utilizar (nos fuimos con unos deberes para trabajar).
Terminamos la mañana concretando diferentes
actividades con los enlaces: Peregrinus-Apertas, Pascuas y experiencias de
verano.
Los miembros del Equipo de Migraciones, por
su parte, continuaron compartiendo experiencias concretas. Desde Sevilla,
presentaron el proyecto Mambré y la Red de familias acogedoras. Una comunidad
de hospitalidad, un hogar que acoge a personas inmigrantes y refugiadas.
Acompañando desde una relación de igualdad y una casa abierta a todas las
personas que quieran conocerla y compartir un tiempo junto con esos jóvenes.
Compartieron la intensa vida interior y la experiencia de Dios que se vivía en
Mambré, apoyada y con la implicación de toda la CVX en Sevilla. Después, desde
CVX en Valladolid, se presentó el proceso de discernimiento sobre hospitalidad
que están realizando junto a otras comunidades laicas de espiritualidad
ignaciana. Como en todos los encuentros, hubo un espacio para informar desde el
Equipo de Migraciones sobre los proyectos de la Red Europea de Migraciones, el
proyecto Nador y recursos concretos para llevar a las comunidades locales sobre
hospitalidad. Y como no podía ser de otra manera, la oración también formó
parte de este tiempo, reposando lo que estábamos viviendo en el encuentro y
pasándolo por el corazón ante la presencia de Dios. Para finalizar, unidos en
un círculo con las manos, compartieron qué nos llevábamos del encuentro y
estrechándose en un gran abrazo, dispuestos para el envío.
Terminamos nuestro encuentro compartiendo la
misión con un momento muy especial: el envío. Gorka y Asier nos invitaron a
ponernos unas gafas para que nuestra mirada al mundo y a nuestra misión, sea
nítida, pura y llena de amor. Esta forma simbólica de envío desprendió alegría
y vislumbró la Comunidad de Vida Cristiana caminando como Cuerpo Apostólico en
Misión.
Desde los equipos os queremos dar las gracias
por todo lo compartido este fin de semana y os animamos a seguir trabajando con
esa ilusión y energía que os caracteriza. También el equipo de Misión Joven
quiere agradecer a Gorka, de una manera muy especial, su misión, acompañamiento
y trabajo a lo largo de estos años en el equipo. Seguro que nos seguiremos
encontrando en el camino. ¡GRACIAS GORKA!
De sobra sabéis que
contáis con el apoyo y el afecto fraternal del Equipo de Misión Joven y del
Equipo de Migraciones. Unidos en la misión y en nombre de los dos equipos
recibid un fuerte y caluroso abrazo.