La ciudad de
Salamanca está a poco más de 100 km. de la frontera con Portugal, aunque,
históricamente, hemos vivido de espaldas a nuestros vecinos. La frontera, las
distancias, las malas comunicaciones, el idioma… han dificultado durante siglos
este acercamiento. Sin embargo, hace ya tiempo que las fronteras físicas han
desaparecido, las comunicaciones han mejorado, y hasta parece que es más fácil
entendernos en nuestros respectivos idiomas.
Desde
hace varios años la CVX en Salamanca venimos soñando con volver la mirada a
nuestros compañeros de CVX en Portugal; y aunque no resulta sencillo, poco a
poco vamos danto los pasos para ello.
Hace
un par de años dos personas de nuestra comunidad tuvimos la suerte de poder
encontrarnos con las CVX de Braga y Oporto. Fue un día para compartir nuestra
experiencia de DEAE, para crecer juntos, para construir Comunidad Mundial.
El
pasado sábado 8 de octubre pudimos repetir esta experiencia de encuentro. Esta
vez fuimos nosotros los anfitriones y recibimos a 36 compañeros de CVX Beira
Interior, comunidad que tiene presencia en las ciudades de Castelo Branco y
Covilhã, a apenas 200 km. de Salamanca, más cerca que la inmensa mayoría de
comunidades CVX en España.
El
día lo planteamos con un único objetivo: disfrutar del encuentro de dos
comunidades CVX. No buscábamos una agenda apretada con reuniones sino compartir
un día como lo que somos, amigos en el Señor: charlar, reír, enseñarles nuestra
ciudad, compartir la comida... en definitiva, disfrutar de un día de esos que
“hacen comunidad”. Tras un tiempo de acogida para recuperar fuerzas después del
viaje, disfrutamos de una visita a nuestra ciudad siguiendo las huellas de la
presencia de Ignacio y de la Compañía de Jesús en Salamanca. Ruta que tuvo su
momento central en la visita al antiguo colegio de la Compañía de Jesús, hoy
Universidad Pontificia e Iglesia de la Clerecía, una de las joyas del barroco
salmantino.
A
la hora de la comida disfrutamos de los mejores sabores de ambos países, pero
la mayor riqueza fue el poder compartir con nuestros compañeros de CVX Beira
Interior. En la charla informal hablamos un poco de todo, compartimos vida,
sueños, realidades… Un compartir que se prolongó con la presentación de las
comunidades de manera más formal, en la que cada una contó quiénes somos,
cuántos, qué hacemos, dónde construimos Reino…
La
tarde terminó con la celebración de la Eucaristía, una acción de gracias por
nuestra vocación CVX y por tanto bien recibido a través del encuentro con
nuestros compañeros de Portugal.
Sabemos
que este es sólo el comienzo, aún queda mucho camino por recorrer, tal vez
algún día podamos concretar proyectos, pero hoy por hoy nos sentimos llamados a
volver nuestra mirada y a compartir vida y camino con CVX en Portugal.
¡Gracias compañeros! Pronto nos encontraremos allí.
CVX en Salamanca