La “Alegría del Evangelio” de la encíclica
del Papa fue la vivencia principal de las más de 300 personas que participaron
en el Open de Familias Ignacianas el pasado sábado en Madrid. Venidas desde
distintos puntos de la Provincia (Asturias, Andalucía, Murcia, Castilla y León,
Galicia, Aragón…), y a pesar del cansancio, se contagiaron entre todos esa
alegría que brota de la fe.
La jornada comenzó
casi con magia, porque en una hora los participantes fueron capaces de crear
una canción sobre las familias, ensayarla y grabarla para enviársela al Papa.
El Provincial de
España, horas antes de marcharse a Roma para participar en la Congregación
General, inauguró el Open invitando a las familias presentes a transformar el
mundo. Recordó que “nuestra casa es escenario clave para que el mundo se
encuentre a sí mismo” y que “la familia es algo determinante para cómo después
interpretamos y modelamos nuestro mundo”. Para él “nuestras familias pueden
trasformar el presente estado de las cosas” gracias a “la alegría que nace del
amor, de esa alegría que es experta la familia porque en ella verdaderamente se
ama y se ama mucho”.
A continuación el
arzobispo de Madrid, D. Carlos Osoro, participó en una tertulia y pareció
sentirse como en casa. Rememoró algunos recuerdos de su infancia y su familia
así como la importancia que ésta tuvo en la transmisión de la fe y los valores
cristianos. “Las mejores cosas de mi vida las he aprendido con mi padre, mi
madre y mis hermanos: saber amar, respetar, servir, saber que el otro es más
importante que yo mismo… lo he aprendido en mi casa”, un hogar que definió “de
puertas abiertas”. D. Carlos Osoro recordó a los participantes que eran una
familia muy grande, “con una herencia muy honda: la espiritualidad ignaciana” y
les invitó a ser estufas: “Las familias cristianas debemos ser estufas que
caminen al encuentro del otro, del diferente, que le ofrezcan su calor, que
nunca se queden en calentar sólo a aquellos que conocemos, aquellos afines a
nosotros. Todo otro es hijo y hermano”.
Miembros de distintas comunidades CVX participantes en el Open Familias 2016 |
El resto de la mañana
se dedicó a trabajar por grupos diferentes retos a los que se enfrenta hoy la
familia. Sirvieron también para conocer a otras personas con las que, a pesar
de no conocerse, había mucha sintonía. Mientras, los pequeños tuvieron sus
propias actividades lideradas por varios monitores.
La paella asentó el
cansancio de muchos, mientras continuaban ensayando la canción inventada a
primera hora, moviendo sus manos a ritmo de tenedor. Después de comer la
creatividad culminó en un corazón humano, formado por todos los presentes a la
entrada del colegio Nuestra Señora del Recuerdo, que acogió este numeroso
encuentro. Chubasqueros rojos y blancos sirvieron para realizar esta
composición que mostró al mundo cuál era el latido verdadero de las familias
ignacianas.
Por la tarde, varios
talleres llevaron a los presentes a ahondar en distintos aspectos de la familia
como la transmisión de la fe, la relación de la pareja, las ecofamilias o cómo
vivir la ecología en el seno de la familia…
Finalmente las
vivencias del día se ofrecieron en una Eucaristía, en la que tuvieron también
su protagonismo los más pequeños, y que fue presidida por el delegado de
Pastoral, Alvaro Alemany sj.
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Publicado
en InfoSJ: https://infosj.es/noticias-sj/4945-contagiar-la-alegria-de-la-familia