Por
Mauricio López, Presidente mundial #CVX
Ser miembros de CVX
implica ya una firme valentía de saber, sentir y creer que otro mundo es posible,
y que la posibilidad del Reino es tan seria y firme que es menester mantenernos
confiados en esta caminata, haciendo lo que nos toca para que ello sea verdad
como seguidores de un itinerario que no es el nuestro y que es mucho mayor a
nosotros.
Ser creyente en el Cristo encarnado, y por lo tanto ser plenamente
miembro de CVX, implica trabajar todos los días, en lo sencillo y en lo
complejo de nuestra vida diaria, en busca de que la desesperanza no tenga la
última palabra.
Somos testigos, y hemos visto con nuestros propios ojos,
escuchado con nuestros oídos, sentido con nuestro corazón, y vivido en carne
propia la certeza de que la vida prevalece, de que donde abundó el pecado,
sobreabunda la gracia, y de que nuestra fe apunta, siempre, hacia un sentido de
resurrección, a pesar de las difíciles circunstancias que nos ofrezca la
realidad.
Publicado en el blog
de CVX Chile: