El blog de CVX Arrupe Elkartea publica las vivencias de Álvaro en la
Pascua del Milagro “Al límite” celebrada esta pasada Semana Santa en Salamanca.
Del
miércoles 23 de marzo al domingo 27 de marzo celebramos y vivimos la Pascua del
Milagro en Salamanca. La Comunidad CVX Salamanca albergó en el CEL de Salamanca
esta Pascua, junto con la comunidad de servicio de Salamanca, los jesuitas y la
Parroquia del Milagro de San José.
Estuvimos
alrededor de 90 personas, entre niños, jóvenes adultos y voluntarios que
acompañaban a los niños con su Pascua infantil y la comunidad de servicio que
preparó todas las comidas durante estos días pascuales. Muchas gracias a tod@s
por la organización y buen trabajo.
Jueves
24.
Todos
los días lo primero era una oración antes de desayunar. El jueves Santo la
oración versó sobre: “los amó hasta el extremo…”. Abel Toraño, SJ nos explicó
los “puntos de la oración”. Estos “puntos de la oración” fueron de lo mejor de
la Pascua Milagro, a mi entender. Los “puntos” del Jueves Santo versaron sobre:
el amor ilimitado, un amor que se despoja de todo, un amor que goza de lo
sencillo y los sencillos. Por la tarde, trabajamos la dinámica de “Mirar la
realidad del mundo” en línea con lo que hemos trabajado en la comunidad estas
semanas. Después, celebramos la eucaristía en la parroquia del Milagro de San
José (al lado del CEL de Salamanca). La celebración muy acogedora y emotiva,
por la participación de todos y el buen hacer del coro. Además tuvimos el
“lavatorio de los pies”. Cerramos el Jueves con la “Hora Santa” un tiempo de
reflexión y oración para evaluar lo vivido en este primer día.
Viernes 25.
Viernes 25.
Comenzamos
con la oración matutina. Después seguimos con los puntos de la oración que los
impartió Michele, SJ, quien hizo una propuesta muy emotiva del Viernes Santo,
destacando ”con Cristo que sufre… por mi” hizo mucho hincapié en “conmigo”.
Durante el Viernes tuvimos un “Vía Crucis” donde reflejamos y acompañamos los
momentos de Jesús en Viernes Santo. La oración ante la cruz: con las tres
miradas, al mundo, a mi vida, y a la cruz. Al final del Vía Crucis, Carles,
clavó cuatro clavos en el madero y el sonido de los clavos en la madera fue
impresionante…Finalmente, terminamos el Viernes celebrando la eucaristía en la
parroquia del Milagro y después de la cena, “Hora Santa”.
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