El jardín de Villagarcía |
Han sido dos días de climatología fría en el exterior y cálida en lo comunitario, en los que hemos podido traer a la memoria los ecos y retos de la asamblea de Salamanca para nuestras comunidades.
Comenzamos el sábado hacia las once de la mañana, con una oración y la ponencia de Belén, de CVX Salamanca, que algunos ya tuvimos la suerte de escuchar este verano en la asamblea.
De esta ponencia, Cuidando el cuerpo, nos resonaron muchas cosas, algunas más en lo personal y otras más en lo comunitario. Pero a todos nos llegó la llamada a las fronteras, sean estas las que sean: lejos, cerca, mi familia, el mundo... estas fronteras, están en cualquier lugar del ya famoso iceberg de Franklin, ya sea arriba o abajo.
También hubo una llamada especial a cuidar los unos de los otros, es decir, a cuidar el grupo de vida como lugar privilegiado donde nos interpelamos, ponemos la vida, y encontramos esas llamadas del Señor por medio del DEAE. Es una herramienta fundamental que reconocemos que ya usamos, aunque quizá con más hincapié en unas cosas que en otras. De cualquier manera, mucho camino por recorrer.
Ya por la tarde tuvimos trabajo en grupos, puesta en común y una oración preparada por CVX Burgos.
Trabajo en grupos |
El domingo le tocó a Roberto Arnanz, de CVX Valladolid, hablarnos sobre el documento final de la asamblea de Salamanca y recoger el sentir de todos y qué cosas concretas podía hacer la coordinadora para ayudarnos.
Aquí tenéis gran parte de las aportaciones que fuimos haciendo en la mañana del domingo.
Como veis, salieron muchas cosas: la necesidad de profundizar, los Ejercicios y la posibilidad de nuevos formatos que se adapten a nuestros tiempos, el examen ignaciano, el DEAE, la formación, la llamada a la levedad (ser ligero, no pesado)...
Recordando el texto de Arrupe que citaba Belén al final de su ponencia:
"Preguntaba Arrupe a los jesuitas del 77: “¿Qué medios usáis o estáis buscando para promover con más eficacia la interacción entre vida interior y actividad apostólica y llegar a ser verdaderamente contemplativos en la acción?”(Ahí es nada)
En el momento de la Eucaristía, Miguel Campo nos habló de los talentos, y de lo que hacemos con ellos. Pidamosle al Señor que nos de la Gracia para empeñarlos todos en buscar su voluntad.
Gemma Fraile