Tercera entrega: Contemplando la realidad de la misión en Marabá

[Carta de Carmen Amaya y Jairo Forero – CVX Colombia]

La misión que nos ha regalado el Señor en esta tierra de Marabá es concreta y también muy frágil y pequeña. Necesita de nuestra parte, total entrega al trabajo, sin dejar de lado la oración y el discernimiento permanente para ser fieles a su voluntad y no desfigurar su mensaje; desenmascarando al mismo tiempo las tretas del mal espíritu que nos acecha constantemente, pues él ha sido enviado también en misión y trabaja con ahínco.

Agradecemos a toda la comunidad CVX mundial su acompañamiento y sus oraciones, también los mensajes de amor y ternura que hemos recibido de diversas partes del mundo, Italia, España, Colombia, Uruguay y muy especialmente las intenciones de nuestros hermanos de CVX Brasil, les llevamos en el corazón y oramos para que el Señor nos continúe iluminando en la construcción de su Reino como cuerpo apostólico. Nuestro silencio de este tiempo, por el cual pedimos disculpas a toda nuestra comunidad, no solo se debe a las dificultades de comunicación (conectividad), sino a la diversidad de actividades que nos han tenido bastante ocupados y que en medio de la adaptación al calor y la realidad concreta en que vivimos, no nos han permitido enviar con frecuencia nuestras cartas, ¡pero aquí estamos de nuevo!

En esta carta queremos contarles cómo vamos descubriendo nuestra misión, así como mostrarles algo de la realidad en la que vivimos y cómo vemos la voluntad de Dios cada día, transmitiéndoles algo de la alegría que nos colma al contemplar que nuestra misión ya tiene rostros y nombres concretos.