Al hilo del Evangelio. Mateo 4,12-17.23-25.

Casi que podríamos decir que es a partir del 7 de enero cuando realmente comenzamos el año. Es en esta fecha cuando la gran mayoría volvemos a la cotidianidad, dejando atrás estos días locos de consumo y apariencia.

Empezamos lo que llamamos la cuesta de enero, y aunque muchos se esfuerzan por decirnos que ya la crisis está siendo superada, llegamos a este enero con unas fuerzas bastante mermadas por los esfuerzos que casi todas las familias trabajadoras de este país han tenido que hacer en estos años precedentes.
Podríamos seguir por este camino, y seguramente encontraríamos motivos para continuar lamentándonos, seguramente con razón para hacerlo. Pero voy a tirar por otro lado, sobre todo porque el  estar permanentemente lamentándonos nos lleva a la frustración, y lo que necesitamos ahora más que nunca son horizontes, vislumbrar salidas, oportunidades.

Cada vez estoy más convencido de que las personas son capaces de afrontar situaciones aparentemente insuperables. Y desde ese convencimiento, comprobado multitud de veces, es desde donde hago de nuevo una apuesta por las personas. Si creemos en ellas, saldremos adelante.
Muchos habrán perdido muchas cosas durante esta tempestad, pero si la persona se mantiene, permanece, llegará su oportunidad. Así que ánimo. Permanezcamos atentos para encontrarla y saber aprovecharla.

Pedro Bolaños, desde CVX en Gran Canaria