Lucas López sj, Asistente de CVX-Gran Canaria, presenta una crónica reflexión sobre una charla de José Juan Romero sj.
José Juan Romero sj,
profesor emérito en ETEA, de la Universidad Loyola-Andalucía impartió el pasado
jueves, 11 de abril, en un aula de Humanidades, en la Universidad de Las Palmas
de Gran Canaria, una conferencia breve sobre su acercamiento a lo que está sucediendo
en nuestro mundo.
José Juan, canario de
nacimiento, es jesuita. Vive con el convencimiento de que los compromisos
importantes son para siempre y que toda misión que merece la pena debe hacerse
en Compañía. Como buen hijo de Loyola no tiene miedo a la sospecha y trata de tirar
de los hilos cuando la realidad se empeña en presentarse como confusión. Y
precisamente, hablando de confusión comenzó su intervención. Citó a, en su
irónicas palabras, “un autor nuevo”, el profesor Keynes, que en 1931 aseguraba
que por más que nos disgustara el capitalismo salvaje y decadente, por más que
estuviéramos decididos a afrontar su sustitución, la confusión nos llenaba a la
hora de buscar alternativas.
El profesor Romero
subrayó que la vigencia de Keynes y de su análisis del capitalismo destructivo
no nos permite ignorar que hay cosas nuevas en la situación actual. Entre
ellas, trajo a colación, en primer lugar al fenómeno de la hiperglobalización.
Vivimos en un mundo donde los estados nación se pierden y la democracia se
disuelve confrontados con el hecho de que los fenómenos económicos y culturales
tienen ámbito global. ¿Cómo democratizar las relaciones globales cuando no
existe un gobierno mundial ni una federación real de naciones? El modelo de la
Unión Europea, el único que ha pretendido conservar democracia, nación a la vez
que afronta el desafío de la globalización, se vive en crisis.
Es nueva la
hiperglobalización y es nueva la mirada del Sur. No podemos ignorarlos ni
podemos ignorar que nos miran. Nuestra crisis económica no puede ignorar que
nuestra esperanza de vida, nuestros servicios sociales y nuestra renta siguen
situándonos en el diez por ciento privilegiado del mundo. Aumenta la
desigualdad, aumentan los desequilibrios y nuestra situación pudiera llevarnos
a mirar el dedo y a reconocer sólo el paisaje que queda dentro de nuestros
horizontes. Necesitamos vigías que nos hagan caer en la cuenta de la realidad
de este mundo global. Juan José Aguirre, obispo de Bangassou, nos pregunta si
vemos al pez sudar cuando nada. La miseria en la que viven tantas y tantos nos
hace preguntarnos por el desde dónde nos acercamos al mundo. Ignacio Ellacuría
defendía que la realidad es concreta y se ve siempre desde un lugar. Que hay
lugares que proporcionan perspectivas mentirosas, alusinadas (de alucinación).
Que hay lugares que nos sitúan ante la verdad de la humanidad. Y ese lugar es
los pobres, los excluidos, las víctimas. El obispo Casaldáliga, envejeciendo,
afirma que cada vez relativiza más lo relativo y absolutiza más lo absoluto:
“Todo es relativo menos Dios y el hambre”.
¿Cómo afrontar este
momento? Primero, reconociendo que es nuestro momento. Tenemos toda nuestra
vida para tomar una decisión. En segundo lugar: tomemos esa decisión: miremos
el mundo desde el lugar de la verdad, hacer una opción por quienes son
expulsados de la historia. Es todo lo que tenemos, nuestro tiempo. Y todo
debemos dar, todo debemos entregar.
José Juan Romero es
de los que muestran que los compromisos pueden ser para siempre. Se le nota
cuando recuerda un patio en El Salvador, donde se encontraron los cuerpos de
unos compañeros asesinados. Se le nota cuando comenta que quiere ver el mundo
desde el sur, el sur geográfico y el sur de los valores. Hay cosas que merecen
la pena, hay causas que piden un todo y un para siempre. Sobre todo cuando
reina la confusión. Gracias, José Juan.
(Publicada
en la web de la Red Ignaciana de Canarias Anchieta el 11 de abril de 2013 http://www.redanchieta.org/spip.php?article1057)