Pedro Alonso, de CVX-Tenerife, comparte su reflexión sobre el nuevo Papa.
Tenemos nuevo Papa y
se llama Francisco. En estos primeros días de pontificado ha tenido algunos
gestos significativos, que parecen querer dar a conocer algunos rasgos
importantes de su personalidad. Y es que esto de los “gestos y los signos” es
importante porque muchas veces indican intenciones sobre la ruta a seguir. Me
llama la atención una frase pronunciada por él al día siguiente de ser elegido:
“no hay que tener miedo a caminar”, o lo que es lo mismo, no hacer las cosas,
no cambiar, no arriesgar sólo por miedo a equivocarnos.
Seguramente es una
cosa que nos ocurre a veces a los que nos llamamos cristianos, lo mismo que
nuestra falta de coherencia. Esto lo decía también el obispo de la diócesis de
Canarias monseñor Cases, el mismo día de la elección del Papa Francisco: somos
más de 1200 millones de católicos en el mundo, y si fuéramos mínimamente
coherentes con lo que decimos creer, la fuerza transformadora del evangelio
sería evidente.
Sin duda serán los
caminos que tenemos que recorrer. Otro mundo se haría palpable, empezando
porque las personas no seríamos carne de cañón en manos de los poderosos de
este mundo, ya que no pasan por ahí precisamente los caminos que el evangelio
nos propone. Ya en el libro del profeta Isaías se nos dice “no recuerden lo de
antaño, no piensen en lo antiguo; miren que realizo algo nuevo; ya está
brotando, ¿no lo notan? Abriré un camino por el desierto, ríos en el yermo” (Is
43, 18-19), y luego en el Apocalipsis se nos remarca “Yo hago nuevas todas las
cosas” (Ap 21,5). Y es que sin duda el Dios de Jesús nos hace ser así:
creadores, inconformistas, críticos... Será que tenía razón aquél sabio que
dijo aquello de que si queremos obtener resultados distintos, no hagamos
siempre las mismas cosas.
(Publicada en la web
de la Red Ignaciana de Canarias Anchieta el 20 de marzo de 2013 http://www.redanchieta.org/spip.php?article1049)