Pedro Bolaños, de CVX-Gran Canaria, nos habla de panes y peces
La multiplicación de los panes y los peces: las contadas 10 líneas de este pasaje de Marcos encierran tantas posibles lecturas que no dejo de sorprenderme cada vez que se cruza en mi camino. Me llama la atención la precisión de la descripción: los doscientos denarios necesarios para dar de comer a todos, los cinco panes y dos peces de los que disponían los discípulos, o la orden de Jesús para sentarse en grupos de cien y de cincuenta.
Nos resulta milagroso que pudieran comer hasta hartarse tanta gente, partiendo tan sólo de cinco panes y dos peces. Pero casi siempre pasamos por alto el hecho de que los cinco panes y los dos peces era lo que tenían los discípulos que compartieron. En cierta medida, ese compartir generó un efecto en cadena que hizo que todos pusieran lo que tenían, y así poder comer todos sobradamente.
Muchas veces, o reaccionamos quitándonos de en medio como quisieron hacer los discípulos despidiendo a la gente, o nos quedamos encasquillados en esperar el milagro desde fuera, sin dar el paso inicial. Y ese primer paso, como hemos visto en este episodio, es el principal.
Hoy siguen siendo necesarios estos milagros, porque hay mucha gente que necesita comer, vestirse, estudiar, trabajar. Y también hoy debemos responder nosotros al mandato que nos hace Jesús de que les demos de comer nosotros mismos.
Sin generosidad esto es imposible, pero siendo generosos y teniendo la confianza que tuvo Jesús, todo es posible.
(Publicada en la web de la Red Ignaciana de Canarias Anchieta el 4 de enero de 2013 http://www.redanchieta.org/spip.php?article1023)