La partícula de Dios


Pedro Alonso, de CVX-Tenerife, comparte su visión del Bosón de Higgs.

Si se acuerdan, en los primeros días de julio […], la comunidad científica internacional anunció con gran alegría y hasta emoción, el hallazgo tras largos experimentos de la llamada “partícula o bosón de Higgs”, a la que enseguida se le ha dado el nombre de “la partícula de Dios”. Esta partícula subatómica al parecer es como “el agua” en el que todo y todos nadamos y la que hace posible que todas las demás cosas, nosotros incluidos, tengamos masa y por lo tanto existamos. Vamos, un auténtico hito en la comprensión de la naturaleza.

Como les decía antes, algunos la llaman la partícula de Dios, creo más bien que dándole el sentido que tendría la frase si le quitáramos la preposición “de”. Algo muy en la línea de ese positivismo científico que no es nada nuevo, según el cual la ciencia tiene la última palabra sobre la realidad. Lo que no se puede medir y comprobar experimentalmente entra de lleno en el terreno de la irrealidad.

Y pienso que a poco que recapitulemos sobre este tema, nos daremos cuenta de que hay muchas cosas en el mundo y en la vida, que no son objeto de cuantificación experimental y sin embargo son reales. Sí, ya sé que otros dirán que cosas como lo que nos lleva a eso que llamamos “amar” son simplemente reacciones electroquímicas de nuestro cerebro, pero que quieren que les diga es una explicación que a mí no me termina de convencer o si quieren “de llenar”... Y no se trata de entrar en polémicas porque por cada argumento científico/filosófico en favor de la existencia de Dios y en pro del hecho religioso se puede oponer otro en su contra, y viceversa. El ser humano ha buscado las últimas preguntas sobre el mundo y sobre sí mismo desde siempre, desde que es humano, y la fe, la apertura hacia lo trascendente es precisamente una opción de su humanidad, que nosotros pensamos además que tiene un componente fundamental de “Gracia” del totalmente Otro.

A mí me gusta que las personas comprendamos cada vez mejor nuestro universo. Yo creo que es para una de las cosas que nos ha puesto Dios aquí, porque El no nos quiere de otra manera que adultos, libres y utilizando el conocimiento para mejorar el mundo y hacerlo más fraterno. Recuerdo un dibujante de nuestro país que hace algunos años, cuando se logró descifrar el genoma humano publicó una viñeta en la que se veía a Dios paseando con un ángel en el cielo. El diálogo era “sabroso”:

     ¿Usted lo sabe todo? (preguntaba el ángel)

     Todo

     Y va mostrándoselo a los científicos poco a poco...

     Sí, con esto del genoma la humanidad estará entretenida un tiempo. Luego “soltaré” otras cosas...

     ¿Cuántas cosas quedan aún por saber?

     Infinitas

(Publicada el 29 de julio de 2012 en la web de la Red Ignaciana de Canarias Anchieta http://www.redanchieta.org/spip.php?article982)