"La reforma sanitaria, que restringe la asistencia gratuita a
extranjeros en situación irregular, viola los principios fundamentales de la
doctrina social de la Iglesia: la dignidad del ser humano, la solidaridad y el
bien común.
Por eso, una treintena de organizaciones religiosas se están
movilizando contra la nueva norma que expulsa del sistema normalizado a 150.000
personas. Cáritas, Pueblos Unidos, Justicia y Paz, Ekumene, Comunidades de Vida
Cristiana, Hermandad Obrera de Acción Católica… Entidades que, a través de
manifiestos o actos —conjuntos e individuales—, han criticado duramente la
reforma del Gobierno, que consideran “inmoral e injusta”. Algunos la definen
incluso como “un apartheid sanitario”. Sus palabras y las declaraciones de
algunos obispos, como los de Cataluña o Valencia, que se han mostrado
“preocupados” por la situación, destacan frente al silencio de la Conferencia
Episcopal Española."
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