Hago memoria agradecida de lo vivido en mi
comunidad CVX Tenerife. Estuvo con nosotros acompañándonos, nuestro amigo y Presidente
de CVX España, Alfonso Salgado. Nos habló de ser CVX en la familia, como
padres, como hijos, como parejas de… en toda la diversidad de familias que
podemos tener. Nos dio pistas y claves que iluminan nuestra realidad para
vivirla desde éste nuestro estilo, desde el ser CVX.
También nos acompañó nuestro amigo y Agente de
Formación del Consejo Ejecutivo territorial de A-C, José Antonio Suffo, para hacer una invitación formal a nuestros
CVX-amigos de La Palma a tener como comunidad de referencia a la comunidad de
Tenerife. Nos acompañaron nuestros amigos de la Palma y también se hicieron
presentes nuestros amigos de la comunidad de CVX-GC.
Motivos todos para dar gracias a Dios.
Una moción que me surge de todo lo vivido ayer:
No siento la CVX como algo más en mi vida, además de
otras muchas cosas que se suman como si llenara una lista.
No es algo encorsetado que se limita a las reuniones
de grupo una vez cada quince días, y que cuando salgo de la reunión regreso a
ese otro montón de cosas que llenan mi vida, que forman parte de mi vida, que
ocupan todo mi tiempo y más si lo tuviera y que en muchas ocasiones me restan
todas la energías y me agotan.
CVX somos las personas que formamos parte de ella y
allí donde estamos en nuestra vida diaria.
Yo me siento CVX en mi familia, me siento
madre-CVX con mis hijas, me siento
esposa -CVX con mi marido, y profesora-CVX o compañera-CVX de trabajo en mi
instituto…porque es algo que forma parte de mi, es un modo de vida. Porque lo
que vivo en el grupo enriquece toda mi vida al salir de él. Y me llevo conmigo
a mis amigos de comunidad y los hago presentes en diversas ocasiones, bien para
sentirme orgullosa de ellos, bien para tenerlos como ejemplo o modelos de
actuación e implicación, bien porque sé que están viviendo situaciones
parecidas a las mías, o porque he tenido algún desencuentro con él o ella la última vez que nos vimos que no me deja tranquila…
conmigo están muy a menudo en mi cotidianidad. Y me siento Cuerpo Apostólico
con todos ellos.
Y en lo que se fundamenta la CVX, sus pilares: los
EEEE y la espiritualidad Ignaciana, que me dan criterios, claves, herramientas
para afrontar, sobrellevar, “aligerar las cargas” de todo lo que forma parte de
mi vida, para vivirla de un modo más coherente, para agradecer por ella y
descubrir a Dios detrás de todas ellas.
Sin los EEEE se me caería todo este “edificio”
encima y modos de proceder como el DEAE perderían todo el sentido para mí.
Y en mi pequeñez, en mis miserias, en mis
limitaciones sé que soy mejor madre si soy madre-CVX para mis hijas que si no
fuera CVX, y mejor esposa-CVX o mejor profesora-CVX que si no fuera CVX.
Constantemente doy gracias a Dios por la CVX y por
todos y cada uno de sus rostros.
Rostros concretos con los que camino en mi día a
día.
Ana Fuentes (CVX-Tenerife)