Hemos celebrado la Eucaristía final de nuestra Asamblea extraordinaria, que ha sido presidida por el Provincial de España, Francisco José Ruiz Pérez.
Nos ha hablado sobre la situación que aparece en las lecturas de hoy, sobre Samuel y los discípulos de Juan.
Ellos creen que lo esencial para sus vidas lo tienen a mano. Y han de aprender que lo esencial procede de Otro y del mundo distinto que habita el Otro: "Venid y lo vereis".
Aprendieron que su búsqueda profunda iba a terminar donde no sospechaban.
De todo esto sacamos dos peticiones:
- Aceptemos al Dios de la iniciativa repentina sobre nuestras vidas, sobre nuestra realidad comunitaria.
- Aceptemos que Dios nos provee de futuro, y no nuestras necesidades. Porque en su iniciativa repentina hay novedad, la que nunca hubieramos imaginado.
Nos vamos con el mismo sentimiento del comienzo de la Asamblea: agradecimiento por tanto bien recibido, por la presencia del Señor que siempre nos acompaña y por la de todos los compañeros de comunidad con los que vivimos el día a día.
Nos dispersamos por causa de la misión, pero unidos en el Espíritu y en una sola comunidad para un solo mundo.
Y pedimos como San Ignacio, al Señor, que a todos quiera dar su gracia cumplida para que su santísima voluntad siempre sintamos y aquella enteramente la cumplamos.