Bienvenida y disposición de los delegados

Alfonso Salgado, nuestro presidente, nos ha dado la bienvenida a la Asamblea, en esta fría mañana del invierno madrileño.

Nuestras acreditaciones solo llevan nuestro nombre y apellido, porque somos una sola comunidad.

Esta Asamblea es tiempo de escuchar, tiempo de orar, tiempo de hablar, todo en clave de discernimiento.

El mandato de la asamblea de Santiago fue redactar unos nuevos estatutos, que respondieran a la nueva realidad de CVX. Por eso los estatutos se entienden dentro de lo que ha sido nuestra historia estos años, como una herramienta que nos ayude en nuestra renovación. Trabajamos con el lema de fondo que nos acompaña desde la Asamblea de Santiago: Peregrinos como Ignacio caminando hacia el cuerpo apostólico.

En estos días vamos a buscar en cada momento cual es la propuesta que más nos ayuda a ser cuerpo apostólico.

A continuación, Isabel Santos, la guía de la Asamblea ha hecho una introducción a los delegados sobre la disposición de espíritu necesaria para entrar en materia.

Dejarnos tocar por el señor, dejarnos guiar. Hemos sido llamados por el Señor, que se ha comprometido con nosotros en la Encarnación. El nos ha amado primero y El nos convoca hoy, aquí. “Te llevaré al desierto y alli te hablaré”. Como dijo el P. Adolfo Nicolas, nuestro Asistente Mundial, estamos llamados a ser comunidad profetica. En definitiva, honestidad, escuchar en clave espiritual e indiferencia.